Venganza Silenciosa: El Padre Roto
a. La casa donde había crecido, donde se había enamorado, dond
ón de cuero, con el rostro demacrado. C
palabra, se arrodilló. Apoyó la frente en el suelo frí
veinte años, le he servido. He trabajado en sus empresas, he cuidado de su hogar, he
aralizado, su rostro una
hijo, le
á saldada. Con la vida de mi hijo. Ya no le debo na
de pie. Su mirada
do diez años en dos días. Su espalda
nto. Sofía... no sé en qué se ha
a calma aterradora. "Usted simplemente la
ra, este, consumido por la culpa, adoptó extraoficialmente al joven Armando. Lo crió junto a sus propios hijos, Sofía y su hermano mayor. Armando y Sofía crecie
la hermosa y vivaz Sofía. Cuando se casa
icardo, un amigo de la familia que se había mudado al extranjero. Para ella, Armando era
a no volvía a casa, las veces que la encontraba bebiendo con otros hombres,
a oscuridad de su matrimonio. Pensaba que mientra
sa luz se hab
l anciano, su voz finalmente quebrándose. "Era la ú
solo pudo llor
sita de noche de Sofía, un marco de fotos con una imagen de ella y Ricardo en su adolescenc
anos, apretándol
l Sr. Rivera sin decir una palabra
mente al parque
iero ir a la montaña rusa. ¡Quiero comer algodón de azúcar hasta que me
compró u
rio de peluche en el asiento de al lado,
ó y se sentó en una banca, observando a las famili
globo rojo con
eniendo el globo en una mano y el pel
¿Te gusta? Es tan brillante como tú decía
rostro, pero su voz era suav
un peregrinaje solitario a través de un paraíso