Soy La Maestra de Ceremonias de Tu Infierno
do las miradas y los susurros. En el camerino, C
decir, con los ojos l
Carmen. Dam
era suficiente. Nunca era suficie
e. Era Lola, otra bailaora
e no guarda un buen recuerdo de ti. 'Sucia', ¿eh?
billetes
ate,
ra de mártir mientras te arrastras por el fango. Quizás si le b
miré directame
endo Isabela, hija de Don Alejandro. Y tú, in
por la ira. Pero antes de que pudier
r Mateo quiere ve
Carmen me agarró del brazo
con la
ue estoy
a pagado muy bie
nificaba. Era una or
e vino en la mano. La luz de la vela hacía bailar sombra
a puerta"
la cerradura sonó
preguntó,
Qu
Supongo que ahora tienes
illas. La humillación pública n
toy en
onido seco y
baile, tu sonrisa, tu cuerpo. Has vendido tu orgu
encia llenando la
gas que volver a este basurero. Lo suf
El bastardo sabía exa
e de mí
rame algo de ese fuego que tenías. O ya no queda nada de la
un golpe. Me di l
rró en mi brazo, fuerte como el
caron los míos, llenos de una mezcla de o
con toda la convic
ntímetros del mío. "El sentimie
scamente que tro
a, lá