Soy La Maestra de Ceremonias de Tu Infierno
z a
eo me abandonó, embarazada y desan
tallado en piedra, "Tu padre, Don Alejandro, el gran maestro, la dejó m
ta que yo amaba desapareció,
hemos ree
e funcionario municipal,
de un tablao barato, cuyo no
on el sudor pegándome el pelo a la cara, mientras
rincipal, su mirada fría atravesándome. A s
ló. El aire se vol
mbre gordo y sudo
o? Esta es Isabela, la mejor bailaora que
delgada proyectando una sombra sobre mí. Se acercó al bor
lía tener se había desvanecido, reem
susurro helado, pero resonó
e. No es un
su desprecio era palpab
Su baile, su cuerpo
adas y murmullos. La humillación me
que viera el odio qu
Esta mujer "sucia"