La Bailaora y el Heredero
eligro, una realidad que Luciana Garcí
do un matón obsesionado la drogó, obligándo
scató del río, solo para despreciarla de inmediato, vi
dida de la rica familia Castillo, solo para ser recibida con desdén y constantes humill
do ahora la mirara con asco, o que una familia que
rvo de la Giralda", una escritora de misterio que lo cautivaba, igno
iar del suicidio de la madre biológica de Luciana, destrozando
su Tía Teresa en Madrid, Máximo se dio cuenta de que l
ana regresa a Jerez, no como una víctima, sino con fuego
dad derribar el peso del prejuicio y