La Reina del Vino: Una Venganza Perfecta
z a
Mateo, la sirvienta silenci
un vestido rojo en mi cuarto y encen
úsica y risas, y yo, en un r
i esperanza se convirtió en ceniza, especialmente
eo me arrastró a una sala secreta, delant
es ella", dijo con una son
nes de mi humillación más profunda: las cicat
o a mi cuerpo; fui subastada, mi linaj
roe nacional, ser tratada como un pedazo
enciosa devoción, la recompensa por una
mpía, una voz cortó el sile
ue nunca olvidé, apareció en el umbral,
da, y me prometió un futuro donde mi nom
, estoy lista para desmantelar el