El Sabor del Primer Bocadillo
lucha constante
un humillante "pacto" con Mateo, el chi
na mendiga,
i propia madre me echó de cas
hasta que Mateo me encontró, ofreciénd
creí que había
me secuestró para casarme forzosamente
de cero en Londres, logrando la
ejos de complacerme, me hacían sentir como un proyecto de carid
necesidad de "cuidarme" s
rometida" para espantar a una exnovia, y años después, me escon
enfrenté: "¿Qué soy para ti, Mateo? ¿Tu arma secreta p
ora de un amor oculto por más de una década, desve