icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Mi jefa Secreta

Capítulo 5 Un error imperdonable

Palabras:1136    |    Actualizado en: 23/06/2025

ban de las cinco, y ni siquiera los guardias de seguridad en la entrada parecían del todo despiertos. El frío le calaba lo

sus ojos. Aún no comprendía todas las implicaciones de lo que estaba ahí dentro, pero sí sabía una cosa: si alguien usaba esa herramienta

piso 50 se abría con un leve zumbido, revelando un espacio más parecido a un observatorio que a una oficina: venta

a ya es

lo recogido con la misma perfección milimétrica de siempre. En

os minut

bajó l

si

vuelven grandes cuando nadie los co

, mientras tomaba a

íste

S

¿

o. Es mucho más avanzado que cualq

a alzó

o que no sabes. Bien

das con patrones emocionales. HÉLIX podía predecir no solo qué iba a comprar una persona, sino cuándo iba

a? -pregun

dió Sofía s

bien dirigido mantie

tendió una carpeta física con doc

ma privado. Usa el canal encriptado que ya configuré en tu per

umentos y bajó al piso 44,

o la instrucción directa de Victoria. Estaba concentrada, meticulosa, y por momentos se sentía incluso poderosa. Era parte de algo i

ue no l

ivado. Un acceso administrativo estándar. Ni siquiera lo notó al principio. La interfaz no mostraba una alerta evidente. Pero lo que Sofía h

mal dado. Un segundo de

en rojo: "Transferencia insegura det

se c

ró, sus dedos tembla

rlo. Pero el da

Victoria entr

peó. N

con un gesto tan controlado que

é hi

e puso

ptado, pero... presioné la ruta equivocada. No me di cuenta.

ercó, su rostr

que has c

amento profundamente. Haré

que

rtante como un bisturí. Sofía ba

S

enc

Victoria con voz contenida-. Confié en ti, a pesar de todas las advertencias. Y tú

r. Sentía la garganta

o es enviar correos y ordenar reuniones.

ilencio la

-preguntó finalmente

respondió

N

padeó, so

rque hacerlo me costaría más tiempo que arreglar tu er

sin saber si sentirse al

ón. Y vas a explicar al jefe de seguridad lo ocurrido. No cubr

ta y caminó ha

y Sof

¿

ncima del hombro, con

s invisible. No hay margen

sa

de pocas palabras, le hizo preguntas rápidas, precisas, como quien evalúa daños tras una explos

a línea. Y no ha

no de sus pasos. Cada clic. Cada archivo. Se obligó a memorizar protocolos, rutas,

o dentro de ella t

termin

e en un mundo donde nadie se salvaba sin mancharse las manos. Si

se cristal había alguien que también había cometido errores, aunque

e parecían más de lo qu

Obtenga su bonus en la App

Abrir