Mi jefa Secreta
ban de las cinco, y ni siquiera los guardias de seguridad en la entrada parecían del todo despiertos. El frío le calaba lo
sus ojos. Aún no comprendía todas las implicaciones de lo que estaba ahí dentro, pero sí sabía una cosa: si alguien usaba esa herramienta
piso 50 se abría con un leve zumbido, revelando un espacio más parecido a un observatorio que a una oficina: venta
a ya es
lo recogido con la misma perfección milimétrica de siempre. En
os minut
bajó l
si
vuelven grandes cuando nadie los co
, mientras tomaba a
íste
S
¿
o. Es mucho más avanzado que cualq
a alzó
o que no sabes. Bien
das con patrones emocionales. HÉLIX podía predecir no solo qué iba a comprar una persona, sino cuándo iba
a? -pregun
dió Sofía s
bien dirigido mantie
tendió una carpeta física con doc
ma privado. Usa el canal encriptado que ya configuré en tu per
umentos y bajó al piso 44,
o la instrucción directa de Victoria. Estaba concentrada, meticulosa, y por momentos se sentía incluso poderosa. Era parte de algo i
ue no l
ivado. Un acceso administrativo estándar. Ni siquiera lo notó al principio. La interfaz no mostraba una alerta evidente. Pero lo que Sofía h
mal dado. Un segundo de
en rojo: "Transferencia insegura det
se c
ró, sus dedos tembla
rlo. Pero el da
Victoria entr
peó. N
con un gesto tan controlado que
é hi
e puso
ptado, pero... presioné la ruta equivocada. No me di cuenta.
ercó, su rostr
que has c
amento profundamente. Haré
que
rtante como un bisturí. Sofía ba
S
enc
Victoria con voz contenida-. Confié en ti, a pesar de todas las advertencias. Y tú
r. Sentía la garganta
o es enviar correos y ordenar reuniones.
ilencio la
-preguntó finalmente
respondió
N
padeó, so
rque hacerlo me costaría más tiempo que arreglar tu er
sin saber si sentirse al
ón. Y vas a explicar al jefe de seguridad lo ocurrido. No cubr
ta y caminó ha
y Sof
¿
ncima del hombro, con
s invisible. No hay margen
sa
de pocas palabras, le hizo preguntas rápidas, precisas, como quien evalúa daños tras una explos
a línea. Y no ha
no de sus pasos. Cada clic. Cada archivo. Se obligó a memorizar protocolos, rutas,
o dentro de ella t
termin
e en un mundo donde nadie se salvaba sin mancharse las manos. Si
se cristal había alguien que también había cometido errores, aunque
e parecían más de lo qu