La estudiante en la sauna masculina
gimos a
mi clítoris respondió al instante. ¡Qué ganas tenía de tocarme! Sentía cómo m
as de empezar ya! -
nta todo esto! - exclamó
pús y gele
mí se plantó un hombre alto, su miembro erecto como
sotras a la sauna finlan
guntó Augustina, a quien aquel
re, señalando con la mano a los
le! -
os a la sauna finlandesa
te era muy seco. Practicar sexo allí era completament
abios vaginales empezaban a pegar
de uno de los hombres. - ¡
e la sauna y me zambullí en la piscina fría. No llegaba más allá de
sto, pero ella negó con la cabeza: le había gustado y se dedic
preocupado y decidí
a la planta baja, no entré en la sala de descanso ni en el bar. En la sala de descanso había un televisor sintoniz
etían su miembro en el culo hospitalario de alguna chica o en su
camas y la caja llena de preservativos. All
esencia y unos cuarenta años. Decidí pr
dijo en ruso entr
rme. Noté su mano en mis nalgas y luego la otra en mi vientre. Temblé de ex
bir con él a una cabina en la segunda planta. Encogí de hombros: ¿por qué no aquí, con tan
n la sala oscura, supe que luego ha
el anal? -
mi ano se contraía traidoramente co
ar y yo lo deseaba con locura. Quería arrodillarme y chupársela. Quería que su verga entrara en mi estrecho agujerito trasero. ¡Y quería sentir su cálido semen en mi boca! Me
con tabiques de contrachapad
bía su nombre. Cerró la cortina que hacía de puerta
e empezamos?
reí. - Estoy aquí par
su cuerpo. Yo estaba desnuda, él aún llevaba l
l fin acaricié su miembro frío. Con las manos en mis nalgas, sus
la penetrac
me arrodillé, dejando caer la toalla. Ahí estaba: desnuda, de rodilla
no había vergüenza ni incomodidad. El ambiente del club invitaba a la intimidad, y
. ¡Qué placer deslizar mis labios sobre ese órgano perfecto! Papelé con la boca la ca
có el fondo de mi lengua y sentí las náuseas
é a ayudar con la mano; mi cabeza se movía con más intensidad, y sen
o trasero. Mi compañero se apartó, se inclinó y me ofreció un preservativo. Ab
la base, me incorporé y me giré de espaldas. Me incliné y apoyé las man
ano. Me concentré en relajar el anillo muscular e inclu
testino. El deseo me invadió aún más. Note la tensión
erribaría. Me concentré en las sensaciones d
ón con abundante lubricante. Yo seguí de espaldas, con el culo