Suya por venganza
Un padre di
sponder saludos. Su rostro, habitualmente severo, estaba deformado por la angustia. Quienes lo conocían sabían que no era
abía lleg
rce
no. No estaba en casa de Erika. No en la universidad. Nadie la había vis
a. Su niña
e patrulla. Su mandíbula estaba tensa, los nudillos
le sabía
tocable. Invisible. Uno de esos monstruos que vivía escondido tras lujos, abogados y secretos. Había jurado derribar
susurró mientras p
: su hija con la mirada perdida, s
No mientras le quedara u
el equipo
modelo Maserati Quattroporte, cristales polarizados, sin placas visibles. Manden el hel
l operado
e... se t
si Max Ravello está detrás de esto... juro por
aún parpadeaban como estrellas artificiales. Bajo esas luces, s
volante
r en la desesper
como policía, pero su coraz
u princesa? ¿Estaría viva? ¿Ha
apretó la
bien protegido, con múltiples residencias legales falsas, id
na dec
a seguir l
se trata
rugía bajo sus pies-. Te juro por tu madre que te voy a traer de vue
despertar con su ruido habitual d
bía comenza
dispues
.
contrar a su hija, del otro lado de la ciudad, el silenci
con un croissant caliente en la otra. Empujó suavemente la puerta blanca de la
ecidos, pero serena. No había dormido más de dos horas. La tensión, el miedo y el e
a lo miró con una mez
ada -soltó c
a sobre la mesita de noche y se quedó de pie frente a e
ndría con vida -dijo en voz baja, cas
a barbilla
traes un cuader
. Una risa grave es
cua
ocupar mi tiempo. Escribir me ayuda.
ielo fundido. Penetrantes. Impredecibles. Pero tras
ptó al fin-. Pe
que no m
ente, sus ojos prend
de palabra -dijo, y
ego mordió el croissant, con las manos temblorosas.
. tentador. Frágil, sí. Pero no débil. Leah era como
ma, sin pedir permiso. La cerc
n la voz cargada de autori
jó de m
Dormirás conmigo.
quedó
des hac
media sonris
tú no estás en pos
na garra. Empezó a temblar, sin poder evitarlo. Lo miró, y lo único que
tó el
n una suavidad engañosa-. De
r. Su toque era cálido. Su mira
por ello... -susurr
nmediato, apartando
scupió-. No me vuelva
na mezcla de diversi
jo con voz baja
minutos después, regresó con un cuad
ó sin decir
endía. Lo tomó entre las manos, apret
supongo
je sola? -preguntó
S
salió, cerrando
de que todo comenzó..
sabía que eso era
vello no era
la miraba como s
e la cama, con las piernas recogidas
s tembloroso
ina
ior. Luego se quedó quieta. Respir
scr
ía
atra
o tiempo podr
denada, limpia, pero
uedan pequeños. Tiene el rostro más hermoso que he visto en mi vida... y los ojos más oscuros. Me mira como si ya me hubiera desnuda
eso. Asco. Y mi
contra sus rodillas, tragando el nudo que le s
cluso ducharme. No sé si lo hará. No sé si lo dice para asustarme o si
que tenías un hermano? ¿Por qué Max me llama "a
ordó el momento en que Max le
. El recuerdo no era
llenó d
searlo. No qu
él que me atrae
ue sé que e
rque en e