Cuando el Tiempo se Detiene
ervaba el paisaje sin mirar realmente nada. La conversación con Henrik había removido algo que intentaba mantener enterra
Sten
forma de pronunciar ciertas palabras, que lo inquietaba. E
nto había aprendido a descifrar en su lucha constante por alargar su vida. Pero no busc
ología + Alem
conocidas. Premios por innovación en neuroregeneración. Pero ninguna mención a América Latina. Ninguna fotografía donde pudi
to. Pero eso había cambiado desde que la muerte se instaló como una sombra en su espalda. La lógica se había erosionado con cada dia
diferente. No era el mismo que llenaba los pasillos del instituto; este estaba cargado de electricidad in
neuronal que Andrés había donado días antes. Laura lo miró como si fuera una reliqu
tención. Era Nadia, una d
ella en voz baj
ba unos minutos a
orden con el pa
rato más, observando el monitor. Los patrones de respuesta neuronal de Andrés eran erráti
enido el valor d
er paciente que respondía
ía sido también el primer
aura ajustaba los electrodos con manos precisas. Andrés, tumbado en la camilla, o
rompiendo el silencio clínico
a fracción de segundo. No lo suficiente para que
spondió, sin mirarlo-. Supong
antes dijeras las palabras con otra boca. Como
sonrisa que no l
ces inventa conexiones pa
s con alguien que n
conocer a alguien q
nos segundos, el zumbido de la máquina fue lo úni
iciendo todo -
jó la mirada a los electrod
í para habla
sí hay u
, esta vez s
amos intentando salvar.
, Andrés
recogido en un moño desordenado, riéndose mientras le explicaba filosofía con una taza d
pertó
tenía
solo lo
o su todo... e
a su única
silenciosos y algunos investigadores que apenas alzaban la vista de sus bandejas. A diferencia de los hospitales que había
irar, pensar sin los muros clínicos de su cuarto ahogándolo. Mientras removía con
do se
taza de café y su
ió Andrés, haci
su taza con suav
sedantes esta noche -come
n segundo ant
sito saber algo, Henrik. Y q
o miró f
mi poder,
sen ha trabajado an
Pasó su dedo por el borde de la ta
hay registros formale
o. No es un simple presentimiento. Es una sensación... visceral.
trecerró
o algo que t
evita el contacto visual... Hay algo
cio, pero esta vez
e hablando. La doctora Stenersen es una profesional ejemplar. Si existe
codos sobre la
iere dec
calma. Tomó su taza
es una respuesta, sino tiempo pa
ndo que acababa de recibir una c
luminado con luces tenues. Andrés sabía que el acceso a esa hora era restringido,
sa. Estaba sola, de pie, leyendo una secuencia de imágenes cerebrales. Su perfil est
ntió. Se giró lentamente, como si
star aquí -dij
r fingiendo que no me c
. El aire entre ello
tan s
ando un paso al frente-. Dímel
enc
ó por fin,
S
do. En su interior, Andrés sintió que alg
Dó
retó los
cambios. Tú estudiabas administración. Yo
, sino retazos: una risa bajo un árbol, un cuaderno con anotacio
s sin p
lo dijiste des
do, como si las p
rque esto... este proyecto, tu tratamiento.
mos? ¿Qué fu
de metálico de la mesa, contenie
a promesa rota. Tú tenías un mundo esperando por ti. Yo tenía una be
vieja, nunca cerrada, lo atravesó como un cu
ah
za-. Y si hay una mínima posibilidad de salvarte,
iró lar
quien deci
irada, pero su
o yo. Y tu vida depende de qu
abía sido importante. Tal vez lo fue todo. Y ahora, el destino los
harse, dijo u
ta, Laura. A veces, los pacient
a temblando bajo la l