icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Cuando el Tiempo se Detiene

Capítulo 5 Los pacientes también curan a sus médicos

Palabras:1671    |    Actualizado en: Hoy, a las 06:19

ervaba el paisaje sin mirar realmente nada. La conversación con Henrik había removido algo que intentaba mantener enterra

Sten

forma de pronunciar ciertas palabras, que lo inquietaba. E

nto había aprendido a descifrar en su lucha constante por alargar su vida. Pero no busc

ología + Alem

conocidas. Premios por innovación en neuroregeneración. Pero ninguna mención a América Latina. Ninguna fotografía donde pudi

to. Pero eso había cambiado desde que la muerte se instaló como una sombra en su espalda. La lógica se había erosionado con cada dia

diferente. No era el mismo que llenaba los pasillos del instituto; este estaba cargado de electricidad in

neuronal que Andrés había donado días antes. Laura lo miró como si fuera una reliqu

tención. Era Nadia, una d

ella en voz baj

ba unos minutos a

orden con el pa

rato más, observando el monitor. Los patrones de respuesta neuronal de Andrés eran erráti

enido el valor d

er paciente que respondía

ía sido también el primer

aura ajustaba los electrodos con manos precisas. Andrés, tumbado en la camilla, o

rompiendo el silencio clínico

a fracción de segundo. No lo suficiente para que

spondió, sin mirarlo-. Supong

antes dijeras las palabras con otra boca. Como

sonrisa que no l

ces inventa conexiones pa

s con alguien que n

conocer a alguien q

nos segundos, el zumbido de la máquina fue lo úni

iciendo todo -

jó la mirada a los electrod

í para habla

sí hay u

, esta vez s

amos intentando salvar.

, Andrés

recogido en un moño desordenado, riéndose mientras le explicaba filosofía con una taza d

pertó

tenía

solo lo

o su todo... e

a su única

silenciosos y algunos investigadores que apenas alzaban la vista de sus bandejas. A diferencia de los hospitales que había

irar, pensar sin los muros clínicos de su cuarto ahogándolo. Mientras removía con

do se

taza de café y su

ió Andrés, haci

su taza con suav

sedantes esta noche -come

n segundo ant

sito saber algo, Henrik. Y q

o miró f

mi poder,

sen ha trabajado an

Pasó su dedo por el borde de la ta

hay registros formale

o. No es un simple presentimiento. Es una sensación... visceral.

trecerró

o algo que t

evita el contacto visual... Hay algo

cio, pero esta vez

e hablando. La doctora Stenersen es una profesional ejemplar. Si existe

codos sobre la

iere dec

calma. Tomó su taza

es una respuesta, sino tiempo pa

ndo que acababa de recibir una c

luminado con luces tenues. Andrés sabía que el acceso a esa hora era restringido,

sa. Estaba sola, de pie, leyendo una secuencia de imágenes cerebrales. Su perfil est

ntió. Se giró lentamente, como si

star aquí -dij

r fingiendo que no me c

. El aire entre ello

tan s

ando un paso al frente-. Dímel

enc

ó por fin,

S

do. En su interior, Andrés sintió que alg

retó los

cambios. Tú estudiabas administración. Yo

, sino retazos: una risa bajo un árbol, un cuaderno con anotacio

s sin p

lo dijiste des

do, como si las p

rque esto... este proyecto, tu tratamiento.

mos? ¿Qué fu

de metálico de la mesa, contenie

a promesa rota. Tú tenías un mundo esperando por ti. Yo tenía una be

vieja, nunca cerrada, lo atravesó como un cu

ah

za-. Y si hay una mínima posibilidad de salvarte,

iró lar

quien deci

irada, pero su

o yo. Y tu vida depende de qu

abía sido importante. Tal vez lo fue todo. Y ahora, el destino los

harse, dijo u

ta, Laura. A veces, los pacient

a temblando bajo la l

Obtenga su bonus en la App

Abrir