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NUNCA MÁS

NUNCA MÁS

Autor: AZU.
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Capítulo 1 Pŕologo

Palabras:1219    |    Actualizado en: Hoy, a las 04:14

apartó momentáneamente, lo que le permitió continuar con su rutina nocturna de limpiar todas las encimeras de acero inoxidable del

or, Maine, dos años antes, se enamoró. Era un pueblo pequeño con calles adoquinadas, justo al lado de un telescopio del gobierno que bloqueaba todas las seña

ó su compañero de trabajo David a su lado, mientras el rizo rebe

vocando que más de sus rizos desobedientes ca

coges si se te cae?", preguntó,

te, mirando a David. Volvió a enco

él y Rose y le sonrió. "Yo también", dijo en

e la mirara. Por eso su cabello estaba así: la ocultaba. Por eso a m

eñado cabello negro, y una espesa barba le cubría el rostro. Había empezado a trabajar en el Roasted Bean dos meses antes con Rose, pero venía muchas veces los vie

vó el enorme enamoramient

le importaba hablar con la gente. Simplemente odiaba que se fijaran demasiado en ella. Prefería hab

a atención. Y Brianna, otra camarera del Roasted Bean, lo confirmó. Brianna era la única amiga de Ro

abía dicho Brianna a Rose durante su clas

romántica, porque a los veinticuatro años nunca había tenido novio y no estaba segura de saber qué hacer. Antes de su vida en Chadumor, h

ble una y otra vez, dolorosamente consciente de que David la m

ose, quien la frotaba, deteniéndola. "Está limpia", le d

ro de David. Al encontrarse con la mirada de David, est

rozando sus labios con los de ella. El corazón de Rose se aceleró y sintió mariposas en el

sterior de su cabeza y se inclinó cuand

s. La bocina volvió a sonar repetidamente, y David puso los ojos en blanco.

-dijo Rose

ndo la mano de Rose-. Quiero qued

CIN

e verdad -le

ose. "¿Te veo mañana?", pre

se inclinó para dar

un paso y le soltó la mano. "Buenas noches, Rose", dijo, camina

dedicó una amplia sonrisa y luego se dio la vuelta y salió

go agachó la cabeza y sonrió. Después de unos minutos, dejó c

da con llave, olvidándose por completo de ponerse el suéter. En cambio, lo mantuvo envuelto alrededor de su cintura, dejando sus brazos al des

las y cómo realmente centelleaban desde su posición celestial. Estaba segura de que nunca habían brillado con tanta inte

detrás. Rápidamente le taparon la boca con un paño de olor horrible, y luego la levantaro

ás y que la oscuridad la arrastraba hacia la inconsciencia. Lo último qu

abía exactamente quién se la había llevado. Y eso e

abía res

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