Mi único amor verdadero
or con el ceño fruncido, luego desvía la mirada para ver a su tía Noe sonreír por ese mismo ceño fruncido, susp
mo plagas -se queja Gaby llegando a la parte tr
cos andantes -corri
e regreso a casa
defiende ella-. Todavía no e
contesta-. Tu mamá está loca y de seguro iba a tirarte sobre
ace reír a
do que mire a mi alrededor, ¿verda
estoy mirando
ejor que entren, yo me encargo de las valijas -le
oe las abruma todo ese movimiento. Sin dar más vueltas y queriendo salir del altercado de hormonas se apresuran a llegar a la habitación de Aye. Al llegar se encuentra con una chica de pelo rubio oscuro, con algunas mechas más claras y ojos color café, recostada en la cama c
a atención de la chica, sin embargo, solo es recib
elevando los hombros, ambas se miran y se rí
da, se los he dicho, ¿verdad? -suelta l
de veces -mascu
derecho de la habitación, en donde él podía ver que estaba desocupado, ya que
ar, tío -habla Aye tratando de q
jamos para solo dejarte aquí y no recorr
orriendo por los pasillos, no quiero seguir aquí -expr
urticaria -dice fingiendo un escalofrío, se acerca a Aye y
-la joven i
de los presentes, sin contar a la joven que está ech
que cualquier cosa -comienza Noe
se preocupen -in
hacia la puerta, pero es increpado por una pequeña fi
és que asestó contra el morocho levanta la vista para mirarlo y se queda perpleja ante su pres
eír a Gaby y a Aye, y hac
entona Gaby tomando una valija del suelo y
sonora carcajada del morocho y hasta haciendo que la joven con los aur
de tu edad en el campus, no deberías buscar a los más gran
como si la conversación no fue
e -suelta caminando hasta la puerta con Gaby arrastra
a Bonnie y luego pone su atención a Aye-. Te amo -alcanza a
ca abierta apreciando la escena, sus ojos se cruzan y sin siquiera proponérselo ambas comienzan a reír sin
o? -pregunta Bonnie
sculos de mi tío -entona Aye sin dejar de
ra que cada parte de su cuerpo fue abuza
la la mandíbula -argumenta dejando una valija sobre l
or aquí -lanza la rubia-. Me llamo Kansa
en Bet
nta la otra chica
e la rubia r
s con mi nombre, por favor
Ayelen, Kansas y Bonnie. Esos nombres no riman para un grupo de chicas qu
bón, Burbuja y Bell
aciendo reír a las chicas-. No importa, ese dibujo animado ya habrá
edad -habla Kansas mirán
es -expresa Aye mientras observa de manera extraña
nta Bonnie a Aye recostándose en la c
s imitando un indio arriba de la cama-. Y
Bien -acepta Bonnie-. ¿Y tú?
ro de poemas en el aire provocando que B
ye antes que diga alguna
elevando la barb
ura Kansas y Aye le
son? -curi
er eso de las 20 pregu
lo quiero conocerlas -
n -suspira
nota la intención de responder-. Si me dices
Kansas solo
ace saber-. S
atención a Aye-. Seguro eres latina, ese culito respingón es de origen
or bailar -se
no fuera posible-. Ese culo es
reír y Aye está r
entina -term
sobre la cama-. Sabía que eras latina, e
ulo a mi tío? -ind
. Ese culo es de lo que no vi nunca antes -entona con decep
idez y arrugando la
a de ti que no lo has apreciado -eso
su lado? -le
e razón -contesta la
culo a tu tío, está hecho para eso,
lgo con chocolate -les hace saber y se levanta para salir escuchand
e que contenga chocolate. Al encontrar un cartel donde da la ubicación de la cafetería comienza a caminar mirando sus bolsillos en busca de dinero sin prestarle atención al camino, logrando con eso, llevarse por delante algo lo suficientemente duro como para hacerla caer, aunque gracias a los r
rigen hacia el sonido que emitió la boca del joven, encontrándose así con unos labios bien definidos, el labio inferior
o que sale de la boca de la chica p
l lugar, pero sin soltarle las manos-. ¿De
-responde
ntesta-. Creo q
ndo que una pequeña molestia en
ue tiene frente-. Me han pedido dulces y me lo van a hacer
-. Entiendo el poder que tienen los dulces so
ona la joven
detenerla-. No me has dicho tu no
rita la joven ret
! ¡Soy Dylan! -l
e y se adentra a la cafetería con una