Deseos Ocultos
egro. No le dije nada a mamá, y hasta ahora todo ha transcurrido
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nte, y en ese instante, la escuché. Estaba gimiendo. Acerqué mi oído a la puerta; sus gemidos eran suaves, casi inaudibles, pero cargados de una intensidad que me dejó
alejé lentamente. Bajé a la cocina, busqué algo en el refrigerador y r
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ción, así que decidí apartarme un poco de la casa. Llegué hasta un pequeño lago; era precioso y terrorífico a la vez. Decidí sentarm
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e la casa. Me dijo que esperaba que la lluvia pa
. 9:10 A.M. Cent
o al lado de mamá, que permanecía en la camilla, con una bata celeste dema
o. No parecía apurado ni preocupado. Cerr
columna. Sin embargo, el golpe en la zona lumbar generó una inhibición neu
egunté, sintiendo una p
mporal entre el cerebro y los músculos de las piernas. Es com
recup
ico as
a y tiempo. En unas semanas debe
stada ni molesta. Solo asin
a seguía cayendo, más suave. Pero algo en el aire me