Jelly amor
encapsular cristales en uñas de gel. Aitana entró al spa con la cabeza baja, la respirac
e rumores. Apenas cruzó la puerta, lo sintió: las miradas, las cejas alzadas, los cuchiche
su compañera de mesa, con ton
r buscando algo en
quiero..
Quería de
e se había acostado con su novio. Y aunque no había pruebas... ¿Qué más prueba querían que una foto en
ido la foto
os que no
lienta desesperada. Las comp
avor -dijo Mónica, desde el
no tenía ni una
dver
una gota fuera de lugar. Llevaba su clásico peinado de moño perfecto y m
mirarla a los ojos-.
o si tuviera glitter corriendo por las v
os-. No solo para ti. Para todas nosotras. Las clie
ada. Ella ent
abes el tipo de clientela que manejamos. Mujeres con miles de seguid
apretó las manos
asión en la voz-. Solo que no traigas tus problemas personales aquí. Este lugar es tu
zas. Fue limpio. Preciso. Como una u
tend
-murmur
el baño, cerró la puerta y se miró al e
mos a esto?"
comenzaron a caer silenciosamente, empapando e
siendo 'la otra' en una histori
ó esa foto, Ik
ocarla? ¿Pa
puerta abrirse. Se limpió con rapidez
l spa, después
ntes de látex rosado. Puso música de fondo en su tablet: pop suave, lo de siemp
a de mañana? -le escribió una clienta
eló sin e
ía anterior. Su reputación empezaba
acercó con
e hablar si n
ió, forzando
. Si dejo que esto me hunda... todo
El princip
de esos desfiles de marcas locales donde el maquillaje, las
dores. Llevaba camisa negra ajustada, sonrisa letal y actitud de productor de N
boreal? -le preguntó, señalando una muest
das -respondió ella, sonriendo sin saber aún que es
. ¿Sabes que muchas de mis chicas po
s ch
influencers. A veces necesito que alguien
mendándole clientes. Con ella haciéndole descuentos espec
quedaron solos en e
le preguntó él mientras
con unas manos bien cuidadas, muchas mujeres
everías a hacer...
che. Pero la dejó pe
El regres
bandeja con los nuevos tonos jelly, esos que cambiaban de color según la tempera
nizó los tips de prueba. Cada gesto, cada
hica de su agencia
e I
e quiere "uñas peligros
cerró l
ablen de él. Que su nombre no a
había infiltrado en cada rinc