La alumna del Alfa
tini terminándola por completo, era jueves y me encontraba en el club con mis amigas de siempre. Britney y Bella, bailábamos al compás de la movida canción, mientras nos contorneábamos y
ilar? -preguntó un cas
ió mi amiga, el chic
taste? ¡Estaba bu
rimida por terminar co
oche divertida con cualquiera de estos bombones-respondí ladeando mi cabeza y señal
es hablarle así
ota? ¡Nada de eso! -respondí-, Bah, saben que ahí se ven. Me
tón negro eléctrico, al abrirse y darme paso divise el auto de mi padre estacionado en el jardín. Genial, otro gritó seguro. Aparque mi auto y baje con sumo cuidado, quizá estaba dormido. Rodeé la casa y subí por la casita del árbol que teníamos de cuando era niña, la usaba
or la ventana como una ladrona? -preguntó con su
escuchar tus gritos por llegar tar
da expulsión de los mejores institutos de la ciudad. He comprendido tus bor
l vacío que dejaron en mí, mi madre y Susan? ¡Pues no es así! -respondí con una risa amarga-, ¿Qué pensaste? ¿Aria, necesi
de esa manera! -gritó fúrico-, ¡No sé en qué me equivoque cont
n ella! ¡Tanto que la defiendes y ella solo quiere tu puto dinero! ¿Acaso no te das cuenta? -grité muy cerca de él, su cara estaba roja por la furia. Levantó su mano y cerré los
siempre, ahora era tan materialista, desinteresado, frio, distante. ¿Y lo peor? Solo conmigo, con la prostituta de Cassandra era un amor. Pero conmigo que soy su jodida hija, era
sistía en una falda a cuadros hasta la rodilla, claro que yo la corte y la usaba mas arriba. La camisa blanca que solía amarrarla a la cintura y mis infaltables botas negras, tome mi mochila sin siquiera fijarme en llevar lo necesario. Baje con pesadez a tomar el desayuno con mi hermosa y perfecta familia, nótese el sarcasmo. Al bajar los vi a todos en el co
e con una falsa sonrisa, mientras mi padre no respondía, C
n esta casa que me caía bien. Engullí un par de bocados, pero no alcance a comerme todo. Sentí la penetrante mirada de cruel
la excelente noticia? -Pregunt
-respondió mi padre sin qui
clamó con felicidad fingida, mi boca se
e indignada-, ¿Cuándo d
, Aria-advir
ro que es tuyo? -preg
e golpeando la mesa con
orque de esta cualquiera me esperaría cualquier cosa, con permiso-respo
san, nadie podría. Me estacione en el puesto de siempre y antes de entrar rebusque por detrás del asiento hasta encontrar mi cantimplora y tomarme un gran trago de vodka. Entre al instituto, como era costumbre llegue tarde. La clase había comenzado hace mas de diez m
y explíquele, a sus compañeros como resolver el ejerci
ofesora. Toda la clase se reía y algunos se quejaban por la asquerosa escena. La profesora estaba muy molesta y asqueada ya que le había salpicado un poco en su ropa. Media hora despu
or a mi padre apenas entró a la oficina y
é hizo esta vez mi hija? -pregunt
ió severo mientras cruzaba sus manos encima de la mesa-, Me t
nadmisible. Pero le ruego que le de otra oportunidad-pidió mi
instituto y como si fuera poco se coloco ebria en deportes. Y ahora esto, me temo que le hemos dado un trato mas que especial, pero su hija es un verdadero desastre y mal ejemplo para todos los estudiantes. Y si hablamos de sus
que me esperaba al llegar. La había regado, ahora si me enviaría a la academia militar. O a ese internado de solo mujeres que mencionó una vez. Todo podría ser menos a uno católico. Al llegar estacione mi auto y baje arrastra
esperando-dijo
lla esté presente-respondí cru
ó y rodando mis ojos le obedecí. Me senté en el sofá frente
o y débito? ¿Mi móvil? ¿Los viajes? ¿La ropa de diseñ
e-dijo suspirando-, Aria eres lo único que me queda de mi anterior matrimonio. No
on lágrimas en mis ojos, esto era demasiado-, ¿No tienes suficiente con hacerme a un lado por est
ha hecho nada, para que te expres
encionado en todo Londres. Tienen múltiples actividades, clubes, te encantar
tu dinero, no digas que no te dije! ¡Tampoco me pidas perdón, porque acabas de preferirla a ella que a