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CEO vendido

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Capítulo 1 demasiado miedo

Palabras:1229    |    Actualizado en: 23/04/2025

rieron en estado de shock. Benji no pudo igualarme Y aunque lo hubiera

prefiero hacer limonada que quejarme. Si no fuera limonada, sería un cóctel a base de limón realmente sorprendente, adornado con una rodaja de limón. Al menos eso era lo que me decía cada mañana mientras yacía en mi colchón lleno de bultos, mirando el techo manchado de agua de mi pequeño apartamento. El apartamento que alquilé sola, por desgracia, también era el apartamento en el que no había pagado el alquiler durante tres meses. Había contraído neumonía viral hacía tres meses, y el hecho de que el momento fuera el mismo no fue casualid

ente podría haber corrido. El tipo estaba muy fuera de forma. Creo que podría haber llegado antes que él a la puerta principal. Por supuesto, en ese caso sería demasiado obvio que estaba tratando de evitarlo. Él preguntaba por el alquiler y yo no tenía nada para ofrecerle. Mirando a mi alrededor, vi la escalera de incendios. Pensé en esperar a que se fuera, pero oí sus pasos cruzar mi puerta, seguidos de varios golpes fuertes. Derrotar. Derrotar. Derrotar. -¿Murray? ¿Estás en casa? Casi contuve

mientras mi estómago rugía de hambre (¿quién dijo que las barras de cereales eran un alimento?). - No, lo eres. No podría mantener este lugar limpio sin ti. Ven esta noche si puedes. Necesito ayuda con mi armario de ropa blanca. - ¡Con seguridad! -Le di un beso al aire y ella me saludó mientras bajaba las escaleras. - Asegúrate de descansar la pierna. No quiero que tu rodilla vuelva a sufrir calambres. El resto del descenso transcurrió sin incidentes. Tan pronto como mis pies tocaron el suelo, me apresuré hacia adelante, sin disminuir la velocidad hasta llegar al metro. No tenía idea de cómo evitaría a Herb cuando llegara a

llevarlos al trabajo. Mi paseo fue una oportunidad para reducir la velocidad y apreciar la impresionante ciudad. He vivido en Nueva York toda mi vida y no había otro lugar donde preferiría estar. Cuando entré al edificio donde trabajaba, me recibió un gran capuchino moca y una cálida sonrisa de Lance. -Te ves terrible. Lance y yo nos conocimos hace años cuando empezamos a trabajar en la misma empresa de telemarketing. A los

o miedo de hacerlo después de la última vez. Lance levantó una ceja divertido. -¿Quiero saber? -Me pilló bailando Fat Bottomed Girls mientras limpiaba con mis bragas de abuela. -¿Qué

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