Con El Novio Equivocado
ido constante, como un susurro mecánico que parecía intentar arrullar al mundo entero. Desde el pasillo se colaba
o de tela blanca y almohadas. El reloj digital en la mesa de noche marcaba las 2:57 a.m. con números rojos que parecían par
do junto a su mejor amigo y compañero inseparable: Julián. Era casi tradición que volvieran juntos, con los uniformes todavía puestos, cansados pero riéndose de
go cada vez que entraban por la puerta. "Seguridad sexy" los lla
in embargo,
pasos torpes, arrastrados, como de alguien que intenta no hacer ruido pero no está del todo sobrio. S
del locker? -preguntó
borracha de sueño y vino, se sentó en la cama y se frotó los ojos. Se tambaleó un poco, intentando enfocar
acumulado. Sin pensarlo dos veces, caminó hacia la figura y lo abrazó con fuerza por la cintura, pegando la cara a su pecho. Sintió elando que las palabras se
idos. Luego más seguros. El beso creció con la intensidad de una tormenta contenida. Fue profundo, lleno de algo que ninguno de los dos había planeado sentir. Camila lo besaba como si fuera una certeza
ó sepa
i, y
s buscando los suyos como si fuera lo único real en medio de una
ido seco atravesó la casa: la
se con
el ceño. El sonido fue claro.
.¿N
muy abiertos, la respiración agitada y los labios todavía húmedos. Ella lo observó, por primera vez con a
ces l
o eres
ó la nuca, torpemente. Una sonrisita incómoda asomó en sus labi
oco me quejé -di
ergüenza sino también por el recuerdo ardiente de esos labios.
qué acaba
, una voz tronó
¿Estás d
Ni
ó a Julián
o, escónd
a contener no solo a Nico, sino también la verdad que acababa de revelarse. Julián seguía parado en medio de la ha
como si aún no creyer
na palabra. Esto no
intentando borrar la escena de su mente. Pero el cue
o crees? -preguntó Julián,
pánico. Algo más primitivo. Un fuego que llevaba tiempo
ía tiempo p
e aquí. Ya. Antes d
toc
stás bien? E
clóset y se metió dentro sin decir una palabra. Cerró la puerta justo a tiempo, como
del cuarto
con algo raro? -preguntó Nico,
viosa, como si tuviera un
e no estabas.
o en la frente y se dejó caer
rto. Te am
arganta. No por él. Sino por la figura que respiraba contenida
que, ahora, ya