Tras la Ruptura, Matrimonio por Contrato
trado un nuevo empleo como mesera en un restaurante, un lugar acogedor donde la gente venía a disfrutar de buena comida y compañía
algo de la confianza que había perdido. La vida seguía, y ella estaba decidida a no dejar que su pasado
idad. Un leve malestar en el estómago la hizo detenerse, y la idea de que podría haber comido al
sí misma, tratando de convencerse de que no era nada grave
udó. -¿En qué puedo ayudarte hoy? -pregu
-respondió Mariana, sintiéndose un poco te
na opción, pero también hay una posibilidad de que puedas estar embarazada.
ea la aterrorizó. Recordó aquella noche con el desconocido, la única escapatoria que había buscado para olvidar su d
rmuró, sintiendo que l
o. -Llévate uno. Es mejor que lo descartes o lo co
os para el estómago. El camino de regreso a casa se sintió interminable, y su mente se
anos. El momento se sentía eterno. Con un nudo en el estómago, abrió el paquete y siguió las instr
rueba hacia ella, sus ojos se abrieron de par en par. Las
do en los últimos meses se desvaneció en un instante. Su vida, que había
o? La idea de ser madre, de traer un niño al mundo, era abrumadora, especialmente en esas circunstancia
a. No podía creer que su vida, que ya había dado un giro inesperado, estuviera
taba lista para asumir esa responsabilidad. Pero, por otro lado, ¿podría considerar la opción de interrum