Matrimonio Forzado: Venganza
dé un infarto si no es que el
l establo donde estaba con Luna, mi yegua. Todas las noches escapaba a ese lugar para salir
de haber entrado a la habitación, y el
aría si tu padre se entera de que todas las noches te escapas en tu caballo? ¿O tu madre? Asesinaría a todo el
aría el corazón para asesinar a alguien por mí
volverme loca. Quería salir, ser libre como el viento. Pero eso era imposib
sin faltarme nada, con una familia que me
tomé una ducha para irme a meter a la
Amaba hacer esto; era una de las tantas cosas por las que me gustaba ser una Cavalli. Mi familia siempre pensaba en ayudar a
adres. Para mí, era un orgullo llevar el
nita -pidió mi madre después de baja
os, sabes que eso me aburre demasiado. No me
o que te he dicho -sin discuti
star siempre que había una. No sé por qué razón tenía que asisti
n. Pero antes de dejarme caer en la cama, m
taba, haciéndonos caer ju
ere cosquillas -él negó, pero yo lo at
ó con dificultad-. No es justo -hizo un ge
e, hermanito. Te
Vi cómo se acercaba a la cómoda lentamente y disimulando,
no me
esté, y salí detrás de él-. Vas
rtarse de ese modo." Y tenía razón; yo nunca le había dado disgustos, siempre obedecía. Bajé las escaleras a toda prisa y sin miedo a caer; me sabía de memoria cada rincón de esta mansión. Da
era, pero no me atreví; mi madre podría salir y regañarme. Estaríamos en grandes problemas si
os escucharan. Pero dos hombres aparecieron al final del pasillo. ¿Quién
ado tarde. Yo me detuve en seco, pero Daniel impactó con el
entón. Mientras el hombre, o más bien el roble macizo,
ro. Mientras mis ojos lo detallaban, el tiempo parecía detenerse a mi alrededor. Pero mi
n tono agudo. No sé si era timidez o
ocaron en mí. Su mirada era tan fría como el tono de sus ojos claro
. Al levantar la cabeza, lo vi observándome todavía. ¡Dios! Era d
ladeando la cabeza con curio
énes eran. ¿Y si eran matones? No, mi padre nunca solicitaría a este tipo de
emblé cuando el otro hombre dio un paso hacia adelante y, al mo
e acercara más a ellos. El tipo alto detuvo al hombre armado cuando puso su brazo
, pero no podía. Tenía
laró la garganta y por fi
sé por qué razón se presentaba-. Muy pronto sabrás quién soy en realidad -eso i
s puedo tener yo en eso? Preferiría nunca más volver a verlo, porque, por muy a