El precio del poder
strear cada pista, cada contacto que pudiera llevarla hacia Valentina. Se sentía como una somb
círculos más oscuros. Sabía que tenía las conexiones necesarias, pero también comprendía los riesgos.
strucciones estrictas para seguir el flujo de dinero, algo que, en el mundo en que se movían, era la c
razones para seguir luchando, ahora estaba en peligro. El temor
peraban varios informes. Recorrió cada página rápidamente, pero nada pa
ramos una de las ubicaciones donde las chicas están siendo retenidas. Es un l
ratégica, más meticulosa. Aquel era solo el primer paso. La red era vasta, y por cada cabeza que cort
, la voz firme a pesar
í. Sabía que no podía hacer todo sola, pero confiaba en su habilidad para manejar las sit
ue patrullaba constantemente. Nada en ese lugar sugería que allí se ocultaran personas en cautiverio. De hecho, parecía el tipo de sitio donde
irecta. Mientras esperaba, sus pensamientos volvieron a Valentina. Se imaginó en cada rincón, en cada calle que había reco
bró. Era un me
sospechosa. Está vinculada a uno de los ejecutivos que conoces
er una coincidencia. Tenía que ser parte de la
o? -preguntó con tono firme. El
. Se están reuniendo en el piso 24, al final del pasillo.
Sin pensarlo dos veces, se dirigió al edificio donde se encontraba la reunión. La operación
a atrás. Pensó en las personas que había conocido a lo largo de los años: empresarios, políticos, altos funcionarios, todos
. Mariana se deslizó sin hacer ruido, manteniendo su presencia discreta. Un par de pasillos más y estaría cerca de la re
tivo que había estado con ella durante años, charlando con un hombre alto y corpulento
, su rostro pálido al ver a su jefa. El hombre corpulento no
Montoya, tratando de esconder su nerv
quí? -respondió Mariana, con un tono hela
alculaba la situación en fracciones de segundo. Sabía que la red de trata no se desmantelaría