La venganza de Rose
o
mana d
gunta Tabata al verm
aja a la finca en California -le dije
largue la ropa en la cama
cruel conmigo, Ethan es mi pare
l como que le da igual, no te pusiste a pensar un poc
te lo diré, soy feliz porque es mi casamiento o prefieres que esté triste, y s
Tenías razón! -ella salió y tenía ganas de salir por detrás suyo y mat
encaje que consistía en babydoll y tanga, al guardarlo pensé en una mejo
primera vez que lo sorprendería, nunca antes lo había hecho porque sab
eñorita -me recib
quiero un vuelo
su pasaporte -le entr
dentro de 10 horas -me dijo y
edo esperar tanto -le dije y ella
n época navideña, siempre es mejor sacar con antelación en estas fechas
e sabía que Ethan se quedaría tres días, tenía tiempo, solo que llegaría de noche, espero encont
ejo de la habitación que había alquilado para poder c
y fui al aeropuerto, arribe mi avión y me senté en
ido cómodo, los invito a colocarse el cinturón de seguridad, en breve
el avión, fui a buscar mi maleta, la tome y salí directo a la salida a buscar un
de la llevo? -me pregun
sí se llamaba la finca donde estaban los viñedos y sus bodegas, ese nombre le pu
gar pagué al taxista y en la entrad
rita ¿En qué puedo a
de arriba abajo y pensé que tal vez mi ropa interior se veía, llevé mis ma
en Miller, no dijo que uste
metida ¡Miré! -le enseñé mi anillo de
a Ethan o arruinaría la sorpresa y recordé la publicación
-busque la publicación que mamá me hab
e -dijo al darse cuenta
dije mientras él me acompañaba a un jeep para llevarme dentro
que usted venía -me dijo él
quí, es una sorpresa -le dije
también está el patrón
ero que me vea aún -le ped
mientras veía a Ethan caminar hacia
varme para a
p y efectivamente Ethan paró el
regunte, ya que no sería bonito pa
ena Miller se fue esta tarde, d
uedé callada y lo miré y
o! -me extendió la
ias, espero verte seguido -l
nos veamos mañana al amanecer v
nuevamente -bajé del jeep y José m
eguir viendo lo que veía, pero tampoco podía moverme, las manos de esa mujer estaban aferradas a su nuca y las de el en su cintura, ella desprendió su camisa y acariciaba el torso desnudo de él, mientras él también la desvestía, al quedar desnudos él la empezó a embestir, estaban teniendo sexo, él no podía estar haciéndome esto, como fui tan ingenua, Tabata tenía razón
mujer que había parado al ve
irle a una desconocida lo
lleve a algún l
temente, entonces decidí que no podía seguir haciéndome más daño, ahora el saber dónde estoy parada, debo mirar al frente y