Divorciada, Luego Esposa Mimada de un CEO
ro de la ciudad, estaba abarrotado de gente perteneciente a las familias ricas.
s brillantes destellaban sobre la pista de baile. Hombres guapos y mujeres
ento en que una brillante luz amaril
. Su rostro frío y sus delgados labios, ligeramente
me.". El gerente general del bar
y fueron directamente
o más tranquilo. Era diferente al
o, sencillo y exquisito. Había costosas pinturas al óleo
, y frente a este había una barra de bar semicircular. No
trar aquí. Te traigo hoy solo porque me prometiste
ntineo de vasos, seguido
sería la protagonista femenina de
Luego, levantó su copa y lo est
o que no eres buena a
qué primero no les
e acercó rápidamente y, nerv
pasando bien y lo
o de la barra, otro hombre se rio en
Qu
Clemenzo, enseguida Ciriaco l
frente a él y, con un em
gió estar disgustad
, las estrellas de cine y las modelos se diero
n ocultar su fascinación y lo a
ue un escalofrío le recorría la espalda y se sintió realmente desesperado. Todos los
vio que Queitán no estaba enojado. "Queitán, supe que tu abuelo te obligó a casart
r algo, Ciriaco habló, emocionado
. Herández lo obligara, en esencia, sería
tiene de especi
riaco. Preguntó en voz baja dón
r el reloj de bolsillo, que había rec
de un lado para otro el exquisito reloj
r que te mordió, te robó el abrigo y em
tenido relaciones se*uales con una mujer. Empero, a Ciriaco casi le pareció imposible aquello. Queitán odiaba a la
atrevido a morder a Queitán, robarle el abrigo y regalarle el reloj de bolsillo
er se había buscado la muerte al hacer e
aste casarte con ella?".
evantó del sofá y agarr
en mano de Queitán, y dijo súbitamente
ino y sostuvo con fuerza s
illo. Todos sabían que este contenía una
e parecía a Casandra
como el de un objeto metá
que estaba en casa de la familia Herández. Cuando se dio la vuelta
. Era un reloj de bolsillo de oro. Lo miró
illo... Me parece h
lo la noche en que le arrebaté el abrigo. Yo le pa
tó la tapa y encontró una p
oyó una voz fría procede
i fuera culpable. Levantó la cabeza y vio a Queitán avanzar ha
era feroz, como si algo lo es
ebía de significar mucho para él,
Parecía impaciente y extendió la man
ella sintió dolor. L
erás mi esposa? ¡¿Estás soñando d
ente a ella y su elevada
s ojos fríos. Estaba enojada: "¿Cree
e no quiera casarse con un miembro de la familia
etrante e iracunda al rostro que tenía delant
Charlize se sintió incó
tación que sentía en lo más hondo. Cuando clavó los ojos e
a, la besó en los la
ntió un ligero dolor en los
que soy yo?'. Estab
élta
la lanzó en dirección al
no, Queitán la soltó, como si su v
agilidad y volvió a mirarla de frente, con
to es solo un trato. No me hables de tu supuesto amor. No digas que serás leal a un h
abrigo y lo tiró en el extremo de l
de súbito, el hombretón la inmovi
o y completamente ansiosa,