Hasta lo más puro de mi ser
y es que ya les he compartido parte de mi dolor, de mi frus
a, con altos y bajos, como pinturas con colores alocados y lienzos en blancos
talezas, me ha dado el privilegio de vivir y existir, también de mostr
allar hace sollozar. Cuando sufres de niña te vuelves a
ser viviente humano y no como cosa de satisfacción, el estánda
, un galán en chico que conocía sus límites y lo