LA ESPOSA ELEGIDA PARA ÉL CEO
vadía con cada segundo que pasaba. Cerró los ojos por un instante, deseando volver a dormir y evadir el remolino de emociones que la emb
l recordar las embestidas profundas y como su pequeño cuerpo soportaba las penetraci
stros de lo ocurrido, de enjuagar los remanentes de una conexión que, aunque IV deseada en el momento, ahora la atormentaba. Se miró al espejo mientras se secaba, buscando alguna respuesta en su reflejo, pero
etida de Christopher, estaba allí, sentada frente a él, compartiendo un desayuno q
uier mujer ella era su gran amor. La pequeña mujer tomó aire profundo antes de poner el pie en el siguiente escalón. Había esperado demasiado, dudando entre regresar a su habitación o enfrentar lo que había abajo. Pero ahora ya no había vuelta atrás;
un lugar donde sentarse sin cruzarse demasiado con la pareja. Eligió la esquina más alejada de la mesa donde estaban ellos.
arriba... pero supongo que hay cosas que simplemente *debemos* hacer, ¿verdad?
bre su regazo y levantó
veces no hay
una risa breve,
lo que hago es porque quiero, porque lo disfruto. ¿N
. Aunque no dijo nada, su silencio hablaba más que mil palabras, el hombre fijament
ber... -continuó Patricia, volviendo a centrar su atención en Eda-. Pero yo pienso que la vida
Era evidente que la conversación no era una simple charla casual. Cada frase estaba calculada
enfrentarse a las cosas -respondió Eda fin
la respuesta hubiera conf
las decisiones son igual de... libres. Algunas p
de desviar la vista hacia Christopher. Él seguía en silencio, observándolas con una expresión indescifrable. Era imposi
fácilmente en su juego, tomó su taza de c
tu propia manera de... disfrutar las c
or subía a su rostro,
oy segura de
Mientras Patricia se inclinaba hacia Christopher para murmurar algo, Eda decidió centrar su atención en
Christopher se escuchaba poderosa y al momento en que Eda, escuchó la voz a su marido siente como los b
char las palabras de Christopher, tal parece que la mujer No esperaba que el hombre le dirigiera
e el hombre se coloca de pie y abandona la mesa dej
o jugando con los bordes de la taza de café, giró la cabeza hacia Eda. Su sonri
nte unos segundos, cargado de tensión, a
as que deben decirse en el momento justo, ni
ltas detrás de esas palabras. Aunque intentó mantener una expre
es importante - expuso ella con la vo
acío, como si encontrara divertido e
ligeramente hacia ella, en una postura q
er lo sabe bien. Por eso elig
a hablando? Patricia, notando su desconcierto, continuó co
dicado, con las palabras adecuadas. Es
Su mente trabajaba a toda velocidad, tratando de interpretar esas palabras. Patricia no la miraba direc
atricia -respondió Eda finalmente, esforzándose p
o inocencia-. Es solo que hay decisiones que necesitan tomarse
icia dijera más; las piezas empezaban a encajar en su mente. La reunión de Christopher al mediodía... ¿Sería lo que estaba insinuando? ¿Un momen
a, ahora con un tono más bajo, pero igual de incisivo-. Sobre todo
or en sus manos y el nudo en su estómago la trai
s opiniones sobre las de
equeña risa, entre d
s. A veces es evidente lo que alguien necesit
que la anterior. Era cierto que las cosas entre Christopher y ella habían sido tensas desde el momento uno, per
n elegancia-, creo que voy a salir a tomar aire. Esta
o junto a Eda, inclinánd
que venga, querida. Aunque, en e
lmente salió del comedor, Eda dejó tras de sí un vacío cargado de incertidumbre. Eda
a evidente que un amor como el de ellos no iba a ser pisoteado fácilmente, no obstante ahora todo podría cambiar, puesto que ella se había entregado a Christopher, ahora no solo sería una divorciada también quedará marcada por entregar su pureza a un hombre que amaba a otra mujer, Eda solo