Amarte fue mi mayor pecado
or
os días lo había visto, pero no me animaba a comprarlo, no entendía porque ahora m
terminar fuimos por un café a un bar, aprovechamos el tiemp
mento, antes de llegar por casa pase por el
a que tuve hoy en el Bufete de aquel misterioso hombre que con su mirada me desnudaba y me g
ador y de camino a la habitación note que Lautaro había regresado al chocar con sus valijas, mire la bolsa de ropa en mi mano y luego a mi habitación, me volví en mis pasos y fui al
do la caja grande de comida y alcanzaba para ambos. Al cabo de unos minutos él a
sabía que volvías hoy -seque mis manos, ya
dije verdad? -hice memoria de la última vez que nos v
sta mí y me beso, fue un pico corto y se sentó enseg
y no sabía si decirle sobre lo suce
de un importante bufete, necesitamos el dine
uda de grandes empresas así vas a ir creciendo de a poco, y
consciente de que soy
ntir lo que ahora me sucedía, como es posible que mis sentimientos cambien así tan
r su cara supe que no le gusto, pero no
libre y llame a Valeria, lo buscaré
tedes? -quería al hijo de Lau
is obligaciones, otros de los temas que siempre nos hacía pelear, él siempre ponía su trabajo como más importante que e
de rudeza y no quise explotar y conté en fracció
labras y termine ahí el tema con mi silencio, no t
ije mientras sacaba l
mi mano y asentí, luego guarde uno y me serví, ya había preparado l
omida de rotisería -me serví
antó de su banco, dejo su móvil sobre la barra y luego volvió con su laptop, la pre
n un hermético y puse todo en la heladera, al term
ía que se refería al sexo, llevábamos casi quince días sin hacerlo, ya que antes de irs
o así -lo señale, ya que el muy condenado tenía un cuerpo de infarto, podía comerse diez vac
ó en sus pasos, me miro y yo a él -Te espero en la habitación -claro c
ce la que no vi nada y pase de largo hasta el armario, busque mi pijama e ingrese en el baño, puse seguro y abrí la ducha, mientra
eque mi cabello, una vez lista, recogí la ropa mía y Lautaro la puse en un canasto y al salir el se encontraba al
omo me palpitaba mi cerebro, era por la falta de sueño, ya que dorm
onces prepare un rico desayuno para recibirlo, saque leche y puse a calentarla, en lo que es
a pesar de tener 17 años y ser todo un
con un beso, dejo su mochila en una de la
abía que no le gustaba que le diga su no
che con galletas ¿Vas a querer?
antó e ingreso al cuarto de baño
consulto Lautaro mi
n! -le me
mal -deje mi taza so
blarlo después?
ito volvió a la cocina y al parecer el clima pes
Lautaro me vio
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