LA MALDICIÓN DE LA LUNA ESCARLATA
ERA
edo que no p
ento que se escuch
rmesí desea
un deseo tu s
. CA
mi asiento y miré por la ventana, había muchas nubes en el cielo y llovía con frecuencia, en el noticiero habían anunciado fuertes lluvia
i pupitre y vi a Alin acomodarse para dormir a mi lado aunque to
? - Eduardo empezó a acercarse, to
ntendía que su novia odiaba que me hablara, es más, todos en
ría dártelo antes, pero huías cada vez que
había una tira de curit
a bolsa sin tocarla, al parecer él había entendido
edes tirarlo. -se dio la vuel
irando la escena, tenía suerte de que Miranda no estuviera,
mesa, nuevamente me asomé por deba
cio de arte, ahí nos tocaban las dos últimas horas de clase y podría ir a casa, normalmente el edificio era mu
incón se encontraba una criatura mirándome, estaba a punto de salir corriendo al ver la masa de dientes oscura que me observaba, pero de pronto sus ojos se desorbitaron, m
había notado que co
a desapareció
i sándwich y lo partí a la mitad, no sabía si lo iba
devoraba, lamió la mayonesa de mis dedos, me hizo sentir u
nca había tenido un amigo así que, el c
na pintura al óleo basada en la naturaleza. Sería la mitad de nuestra calificación bimestral. Estaba dispuesta a dar lo mejor de mí, pronto serían las evaluaciones y empezarían l
bajo mi pupitre para decirle a Alin que nos íbamos a
carlo, esto era muy injusto ya me había dec
empezaba, no encontraba mi paraguas y estab
te 30 minutos decidí irme, tenía
ba tirado afuera, ¿se me había caído y nadie lo había tomado o Alin me es
n, está lloviendo mucho y
a, estaba tan distraída que no me di cu
espo
rte con mi novio. - dijo, mi
para pedir ayuda, un montón de imágenes se arremolinaron en mi cabeza era como ver varias películas a la vez, un fl
ré que me soltaran me metieron al almacén de mantenimiento
y Tomás y, detrás de ellos estaban M
pero Alfonso puso s
ver que querían lastimarme, al parecer habían exagerado mi
odría creerte de todos modos. - Miranda
es mejor que nosotros y andas detrás de nuestros novios. -
ellos te están mintiendo, sé que odias las infidelidades por lo que tu mad
, era obvio que la haría enojar, nadie sabía esto, pero ella me estaba tocando y p
monstruo. - empez
n más fuerza mi estómago, Clarissa agarró mis brazos
dijimos que solo la asustaríamos. -
replicó Joshua, quien ayudaba
fuerte que pude, estaba asustada podía ver lo que pasa
boca. - di
pero fue inútil ya
que hacer. - Miranda no dejaba de jalonear
s tijeras. -
ués de que te cortemos todo el cabello y arruinemos tu carita
xistía un Dios, ¿porqué era tan cruel conmigo, q
no dormía casi nada, ahora mis compañeros me lastimaban