La herencia de la hija del billonario
un accidente. Seguramente es un viejo borracho que intenta conquistar
curos lo están custodiando; parecen guardaespaldas. El anciano se dirige al coche con lágrimas en los ojos. Sara se turba por un momento, pero decid
ias ocasiones. Noches y noches sin dormir, ataques de pánico y oje
el pequeño pueblo, un viaje de unas 20 horas para las tres. Al llegar, docenas de musulmanes caminan por las calles coloniale
tradicionales; afortunadamente
as. Muchos adolescentes juegan con perros por las calles, y los niños se divierten en las piletas de los parques. Al pare
y terroristas ni fanáticos religiosos. Cristian
bien ubicadas las cosas de doña Guadalupe y su hija en un
y dos cuartos en el segundo piso. Las paredes están pintadas de blanco y, en la parte delantera de
es sencillo,
es grande ni lujosa, pero es lo suficientemente cómo
cambio de domicilio sin justificación alguna? -L
ja mía! ¡Algún día lo vas a comprender! -
e cada vez má
rabajo con la ayuda de su hermana y algunos familiares. La paga n
stancia. Fue una excelente estudiante en el colegio y sdel departamento, Sara ve el mismo coche negro con los cri
del mismo anciano que vino en busca de
a? ¿Por qué insiste tanto? ¿Será que en verdad es mi padre? Y si es mi padre de sangre, mi madre
o escoltan. Él pregunta a las personas de su alrededor, como si estuviera
ella vez que lo vio en la entrada de su antiguo hogar. Ella piensa guardars
ras, tres mujeres de aspecto sospechoso se acercan para obligarla a subir
! -Son los gritos d
Sarita -Le dice u
do, déjenme salir! -Gr
redera del doctor Néstor de la Tor
negro y enseguida sale el ancia
ue nunca la he olvidado, estoy dispuesto a reparar todo
nado conmigo y con mi madre, ¡déjeme en p
su apellido, Dahdal. Además, tu madre te puso Sara en honor a tu abuela pa
sobre nosotras? -Pregunta Sara, co
ella dice. Es una larga historia que te
e fue una gran mujer: sacrificada, generosa y de buen corazón. ¿Por qué la lastimó? Eso hace pensar
la mirada llena de nostalgia