Llamame papi
RIE
me pertenece. Lo quería solo para mí. No quería que nadie más lo mirara, que nadie más estuviera cerca de él. Eliot no era como los
lo hacía má
de que me mirara a los ojos con tanta firmeza, declarándose fuera de mi a
dentro de
e tenía un buen
lograba encender más mi deseo. Su terquedad me divertía, su resistencia me intrigaba, y su mirada d
s perceptible, el ligero endurecimiento de su mandíbula cuando nuestras miradas se encontraban. Se aferraba a
uestión de
ía, pero ya había c
e Romano, no
r, Renzo Romano, entra con el ceño fruncido y un manojo de papeles
in rodeos, dejando caer los do
os puertos, y tengo una maldita rata entre mis hombres. Alguien estaba jugando
on voz grave, tomando los papel
a silla frente a mí y se pasa una mano por el cabello oscuro, visiblemente molesto
o como una llama que amenaza con convertirse en un incendio incontrol
o? - mi voz es baja, pero
pero su expresi
ientos extraños entre los hombres de Cattaneo. E
on quién se está metiendo si cree que pued
contener la rabia que amenaza c
lado. - Y cuando lo hagas, tráemelo. Quiero que sea el pr
ar, entendiendo perfectame
Pero hay al
ta y lo miro c
ué c
a adelante, apoyando
coteca anoche. Y alguien
se tensan d
Qui
sé. Pero n
e instala en mi pecho. Nadie
Y si descubres que alguien intentó acercarse dema
na sonrisa oscura a
har
ispuesto a jugar el juego con la lentitud necesaria para asegurar mi victoria. Puse a algunos de mis hombres a vigilarlo, a ra
su resistencia solo hacía que la caza se volviera más interesante. Y que ot
se detiene, como si recordara algo importante.
ono es más pausado,
los documentos y lo o
e Eliot tiene un
urvan en una so
, dejando que la informaci
rta cuán fuerte o independiente alguien intente mostrarse, siempr
aún no ha t
que es adicto a
e ensancha d
es
grieta que
mi mente comienza a trabajar a toda velocidad. Un tío adicto a las apuestas significa deudas
perezosa, pero con un filo peligroso e
biendo exactamente en
para que necesite ayu
arcajada baj
rfec
ipo que no se deja doblegar. Pero tarde o temprano, t
información, ya sé exa
encaja en su lugar, cuando encuentro la debilidad exacta que me permitirá hacer qu
voz calmada, pero firme. - Quiero saber cuánto debe, a quién y
con una sonr
presentimiento... No tardará mu
rvan en una sonr
de que la única mano tendida
de negociación. Haré que Eliot venga a mí por voluntad propia, que me deba un favor. Y
había dejado sobre mi escritor
aré de eso.
y a mover mis fichas, quiero ha
No quiero que nada le pase... a
a carcajada ant
dido, h
ás de él, dejándome solo
en el vaso antes de darle un sorbo. Mi mente s
ot.
u distancia. Cree que su rechazo
que no hay nadie que pueda alej
ío. Solo le fal