Secretos Bajo la Piel
yo. Danna me había rogado, casi suplicado, que la acompañara a la cabaña de su familia en las montañas, prometiéndome q
con algo de resignación. Necesitaba el dinero, y sabía que el dueño del negocio confiaba
tanales del local. Había olvidado mi abrigo en casa, así que me mantenía en constante movimiento para no congelarme. Dec
entos y en el frío que apenas noté cu
nte, sin levantar la vista. -Si
ente sería un cliente habitual buscando un duplicado o algo similar. Pero ent
encontrarte
ndo confirmar lo que mi mente ya sabía. Y ahí estaba él, Carlos Torres, de pie en medi
as un susurro, aunque mi sorpresa prob
e la cabeza como si estuviera co
jos recorrieron el lugar con curiosidad, d
todavía
, es un trab
zapatos resonando suavemente contra el suelo. -No es
más para recuperar algo de control sobre
sitio arqueológico cubierto de tierra. Pero aquí... -Se detuvo fr
su mirada que me hizo sentir expuesta, c
dí con más firmeza de la que sentía. -Paga
, como si estuviera e
ce much
os brazos más por necesidad de pr
ue estás dispuesta a hacer lo que sesuerte de heredar un imperio
repentí. No había sido mi intención sonar sarcástica, p
ó un poco más serio, pero no enojado. -A veces, las circunstanci
allá de sus palabras, pero s
nto. No
una mano pa
pes. Aprecio
momento, solo roto por el viento que soplab
quí, si pued
sta vez había un toque de
Pensé que era una buena oportuni
can
se sabe cuándo se necesit
significado oculto en sus palabras, pero no quis
en la sección
era fija en mí por un momento más, como si quisiera memorizar cada detalle
¿Había sido una coincidencia o algo más? Había algo en la forma en que sus ojos me buscaban, a
candado en la mano, me ofreció una
ue este
o, todavía sintiendo un nud
nos se rozaron por un instante. El contacto fue bre
e, casi íntima, como si cada palab
a por mi nombre? -pregunt
brillando con algo qu
e gusta c
ensación que no pude quitarme de encima. La nieve seguía cayendo