Bajo La Luna Roja
sonido de sus pasos resonando en el suelo de tierra mientras caminaban en silencio. El aire entre ellos estaba c
Aiden finalmente, rompiendo el silencio. Su voz sonaba cansada, c
ijamente. Había un destello de incertidumbre en sus ojos, pero t
nos que nuestra total rendición. -Su tono era grave, aunque en su interior luchaba por man
cándose a ella con una determina
oda su manada. En su mente, la rendición nunca había sido una opción. La dignidad de los Sangreluna no estaba e
avidad, como si quisiera bo
nus quiere ver que estás dispuesto a sacrificar algo. Si te resistes, s
edía? ¿Rendir a su manada para que él aceptara la relación con Lyria? Los Sangreluna habían luchad
s llenos de esperanza, supo que la respuesta
con la voz firme. Era una promesa que se había hecho a sí mismo en ese instante. No so
*
ra una reunión definitiva. La tensión estaba en el aire, más palpable que nunca. El sol ya comenz
us ojos la misma dureza con la que había enfrentado toda su vida. En sus años como líder de los Sangreluna, Aiden había aprendido que los alfa de la vieja g
us rompió el silencio, grave y desafiante.
rcó un paso más, dejando
necesario para que nuestras manadas p
or un momento antes
os fríos como el acero-. Porque si realmente quieres que mi hij
su voz bajo, aunque su cuerpo estaba
ato, como si estuviera evaluando
ro que tu manada se rinda ante los Sombraviento. Si tu manada está dispuesta a humillarse y ace
tar que los Sangreluna se sometieran al poder de los Sombraviento? Era un precio demasiad
unque en su interior la rabia hervía-. Mi gente nunca se rendirá ante t
mente, su rostro un
tu orgullo? Porque no hay otra forma de que esto funcione.
adelante, sus ojos lleno
ispuestos a hacer sacrificios, pero esto no puede ser lo único que nos separe. ¿No ves que si cont
un largo rato, como si estuviera evaluando todo lo que habí
tos a ceder. La luna nos ha mostrado lo que puede ser, pero no todos los sacrificios pueden ser s
en su mirada. No iba a dejar que su amor se convirtiera en una guerra sin fin. No iba a ser el hombre que destruyera
en, su voz baja y firme. -¿Que el precio de
s asi
si puedes convencerlos de que esta es la única forma de evitar la
an pidiendo era impensable. La rendición significaba perder la independencia que tanto h
voz seria y llena de resolución. -Haré lo qu
a chispa de esperanza en sus ojos, aunque sabía que el sacrif
a leve sonrisa de triunfo. -Este es el camino ha
Sabían que la verdadera batalla recién comenzaba. La rendición de los Sangreluna podría ser el ú