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Los labios del pecado

Capítulo 4 UN HOMBRE MISTERIOSO

Palabras:1616    |    Actualizado en: 23/11/2024

ia Lac

no y hay varios autos en las avenidas. En la radio suena OMG

ad. Niego divertida ante mis pensamientos y continúo con mi camino. Veo la hora en el celular mientras espero en un se

pro unos cuantos chocolates y caramelos, algunas galletitas y más golosinas. Pa

tar. Sonrío emocionada

miel que reconozco de algún lado. Entrecierro mis ojos caminando en su dirección y

- lo sorprendo

está levemente sonrojado, lo que lo hac

s? ¿Robarme? ¿O qué? - inquiero alg

con sus brazos aplacando la situación

digo de mala manera -

como fija su mirada en el oso que lle

sonrisa qu

que nunca hubiera visto un hom

me saca de mis pensamientos y regreso mi mirada

más te da? -

s a una pregu

- le paso por un

os como si estuviera a

te libre - ruedo mis o

un chiquillo - di

me dice y comienza a

eas de porquería lo

ndo groserías. Ya demasiado molesta

grita y le saco el dedo d

un ch

arranco rumbo a la c

.

s. Este lugar es de mala muerte la verdad. El vandalismo en este sitio es extremadamente p

de grafitis, la verdad se ven bonitos pero no es muy mi estilo, me da un poco de inquietud. Camino

ita se ha perdido

n talento, lo que pasa es que no tienen las posibilidades ni los recursos para salir de la mala vida y emprender un exitoso camino. Pocos

e y espero pacientemente. Luego de unos minutos, que se me hacen etern

des - saludo

ce y me adentr

d es muy joven. Tiene casi mi edad, se siente raro que

equeños cuadros con fotos de Matteo y uno que otro con fotos de personas desconocidas para mí. En uno de ellos, el más grande, aparece mi padre muy sonriente junto a ella y mi hermanito. No re

rae a rastras la pequeña silla de ruedas y mi pecho se aprieta al

casto beso en su frente, luego le doy much

oso de todos? - le hago cosqui

o nuevamente hasta donde está mi hermanito. Le muestro su regalo y estira sus brac

pregunto a la madre mien

- a veces se despiert

or los dolor

o se puede aumentar la dosis de medicamento porque está muy

upada. Siempre está al pendiente, lo entiendo porque es su hijo, pero no cualquiera asume la responsab

abla nada?

ejilla y no lucha por ocultarla - ya me preocupaba que no se comunicara -

- sonrío mirándolo - ¿No

rias veces. Los momentos que pa

ero que me tome la noche - paso las manos por mi falda - vendré la pró

zo que estruja mi corazón. Le doy un beso en

pido con la mano y rec

n nadie más, ni mucho menos. Saco las llaves en el camino

infantil a mi lado y sien

azules. Está algo sucia y despeinada, pero es hermosa. L

o te l

un susurro y me mira

sigo pellizcando su cac

dejé en el asiento de copiloto. Se los entrego y me enaltece la gran s

e todos esos dulces

rac

una señora bastante mayor. Le da algunos a otro

niños - escucho a m

do por algunas cañas y tiene una escasa barba que lo hace lucir bastant

s? - digo

mano en mi dirección

y le dedico un

to, Virgini

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