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Comprada por un Poderoso Millonario

Capítulo 5 05

Palabras:1189    |    Actualizado en: 18/11/2024

ndija de la puerta creaba un ambiente ominoso y seductor al mismo tiempo. Era una situación que nunca había imaginado, y su mente estaba llena

entana, las sombras jugando sobre su rostro. Cuando giró su mirada hacia ella, Claudia sintió un escalofrío recorrer s

, su voz suave como un susurr

acto de valentía. La tensión en el aire era palpable, y su corazón latía

ella en un beso profundo y apasionado. Claudia cerró los ojos, dejándose llevar por la intensida

ía que la dejaba aturdida. La sensación de sus labios sobre los de ella desper

de deseo. La hizo sentir como si fuera la única muje

riendo su cuello, mientras su mano acariciaba su abdomen. Claudia se sintió vulnerable, pero

ue se estaba formando entre ellos. Jonathan continuó su descenso, sus labios recorriendo su piel, y Claudia

ió que el mundo a su alrededor se desvanecía, dejándola solo con la realidad de ese momento. Era

scuros fijos en los de ella. -¿Estás lista para es

actamente a qué se refería, pero el deseo en sus ojos la llenaba

ó, su voz ape

rapada entre la incertidumbre y la pasión, dispuesta a

*

con una sensación de pesadez en el corazón, el recuerdo de la noche anterior inundando su mente. La confusió

an dormido, su figura imponente y relajada. Era un hombre extraordinariamente guapo, con rasgos tan perfectos que parecía sacado de un sueño. Su piel b

ió rápidamente, como la niebla al sol. No podía permitir que ese momento la engañara. Se recordó a sí misma

e matutino sobre su piel expuesta. ¿Qué había hecho? La decisión de haber estado con Jonathan la perseguía como una sombra, y la cul

un hombre que había tomado tanto de ella en tan poco tiempo. La combinación de su atr

debía ser fuerte. Tenía que recordar quién era y lo que quería. Sus sueños de ser una art

e. Sus ojos se abrieron y se posaron en ella, una me

or el sueño. La forma en que pronunció su nom

tiendo desbocado. -Buenos días -respondió, aunqu

onflicto interno. Era un recordatorio de lo que había sucedido, de

que él viera su vulnerabilidad. La distancia emocional que sentía era abrumadora, y

eguntó Jonathan, notan

ndió ella, intentando sonar casual,

los codos. -Lo que pasó anoche... -

ue las palabras se le atascaban en la garganta. No

bre ellos. No podía permitir que la vulnerabilidad la dominara. Tenía que

nte, Claudia supo que debía encontrar su camino

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