El regreso de la esposa no deseada
icia sacó de su bolso un cuchillo y
l y el plástico dertenencias, no quiere secuestrarla", murmuró observ
ojó. "Está bie
da para sacar una pequeña pistola e
intentó con todas sus f
lista para la batalla. Como su asistente, había visto innumerables vestidos hermosos, pero Alicia...
jefe pareciera tan intrigado con ella. Era la pa
e adentro, Hank se hizo a un lado
a armado de valor durante el camino, no
la persona detrás del escritorio, su for
a impo
ía en su propia voz, Alicia se enderezó y agre
neaba a la perfección su figura mascul
mo si la hubiera estado esperando todo este
ese hombre estaba tan tranquilo? En cambio, ella
n gran error, buscó su celular
na leve sonrisa cómplice. "
das de Alicia temblaron mientras alzaba la mirada para
era parpadeó.
o, Dios
omo si su mundo
lla sin dejar de mirar su rostro. "¿Tod
revelando un anillo que resplandec
Alicia se abalanzó hacia
revisto, ya que alzó su braz
icia se tambaleó hacia delante
sin aliento. Su familiar ar
erada por abrazarm
Instintivamente trató de alejarse, pero el brazo de Caden la mantuvo atrapa
erada. Por supuesto
la. ¿Pero dejarlo con Caden? Los planes de e
bien sus opciones. Entonces, fijó su decidida mirada en Caden y pre
us orejas enrojecidas. Una sonrisa maliciosa
slo, por lo que ella sintió q
ño fruncido de disgusto.
ciar, querida cuñada", señaló Cade
dientes y se ace
con voz tensa: "Si me siento
ro sié
d, ella agitó la cabeza. "Noentre sus dedos y lo alzó
oronó en un instante y se dejó
avés de la fina tela de su falda. Esa sensaci
omento se volvía insoportable. Cada segundo era
ló cuando vio que la pacie
us ojos, dijo con mayor gentileza: "Compláce
n frustración: "¡
act
ureció con furia y el calor
us ojos eran tan peligrosos como
su fibra sensible pa
. "Está bien, pero te vendaré los ojo
ndo curiosidad. "Estamos siend
er la venda o
ientes por lo bajo.
quitó la corbata
ó con fuerza. Sus nervios a
de los ojos de Caden. Sus manos tembla
bre estaba completamente quieto, p
ro esa noche sentía que algo en él había cambiado, com
saber de qu
quitó la camisa. Una sutil calidez floreció bajo sus manos mientras
eve escalofrío an
evitar burlar
etía con él, pero con Joshua perdía todo sentido. ¿Esta
paté
o, los dedos de Alicia encontr
o y se sacudió. Las venas
Ah
de Alicia y la su
iera hablar, escuchó
lado. "El señor Joshua Yates desea h