En el corazón de la Mafia.
ánimo, quería esforzarse porque
oras, y algunos clientes amables le habían dejado pequeñas pro
leta a ahorrar para que ambas pudiesen escapar juntas, el sueldo intacto lo metió al bolsillo de su pantalón, se sentía con
lletes con despreció y descargó en ella una fuerte bofetada que la arrojó al suelo, Oliv
VIA!-le gritó furioso-¡ME DIRÁ
e del suelo- trabajé todo el día, la señora
ERA PARA MIS CHICLES, NI SIQUIERA CUBRIRIA UN ARRIE
ijo nerviosa-¿ Qué
O EMPLEO!-
que me esfuerzo mucho por ese dinero que me pagan, limpió los sueños, atiendo las mesas, las limpio, atiendo las c
da- Violeta no estaba en casa y su tía sería incapaz de mover un dedo pa
ar de temblar en su interior y co
metió a su bolsillo- Violeta dejó tu comida servida. Co
mirando a su tía Leonor, quién la vio con
la vida que estaba llevándo, no se parecía en nada a la vida que había soñado hacía un par
bía ido mal, pero su tío se negaba a entender y escucho dos fuertes golpes, estaba por salir de la habitación cuando sintió los fuertes pasos de su tío, que pasaba frente al cuarto. Se mantuvo quieta por
ecó las lágrimas- dejé tu c
ce, mucha
bilmente- ¿cómo te fu
traje más del doble y aún así, me golpeó- suspiró- dijo que n
le- dijo con una s
No Vi
ida que yo conozco. Meteré
tigo hoy- fue una frase
ra las dos- sonrió y me ha
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uía un nuevo empleo, y menos uno que le pagará mejor que la señora Renata. Aún recorda
ada vez más frustrada, así que unos días después había decidido abandonar el puesto en la cafetería para buscar algo más en dónde pudiese recibir más dinero, pero aquello no había sido lo mejor, Su tío había enfurecido gradualmente, a medida de que pasaban los días y no conseguía nada más, ya no sabía qué hacer e internamente solo lloraba por l
inmutable ante el maltrato que su esposo les daba, si bien era cierto que ella era solo su sobrina política, era una mujer, ella debió apoyarla frente al maltrato machista de Leonardo
ión a su habitación, cerrar la puerta con el pestillo y no
li
ijo caminan
nrió, mostrando esa enorme hilera de
. .
ú.
uando lo vio levantarse rápidamente de la silla y caminar hasta ella, la tomó del cabello con fuerza, tanto que O
duele, me duele demasiado. . .
a- le dijo acercand
ogrado ahora en su trabajo con la señora Renata, ya lo había gastado, alimentándose un poco durante aquell
nútil- la arrojó con fuerza contra la pared, la debilitada Olivia, sintió como el aire abandonaba sus pulmones- Ahora vete, apartate de mi vista antes de que. . .-elevó su mano como
tación se percató que la puerta de la habitación de Violeta estaba entreabierta,
livia- l
observó de pies a c
omo su prima se retocaba en el espejo. Era muy hermosa, tenía el cuerpo lleno de curvas, una espesa melena rubia, que
leta se giró hacia ella y la miró frunci
ariño, no es
. tendré que ir a dormir a la calle- sus ojos se
ar si no te alimentas? No puede mantenerte sin comer, va a m
desvío la mirada- quizás pueda comer mañana- sus ojos se llenaron de tristeza y l
mí misma- su labio inferior tembló- cuando mi padre te trajo a casa, pensé que
a, tú eres buena, y no
un poco de dinero para que te
oso, el po
llegue de trabajar, te traeré comida, lo juro- Olivia sintió e
ajar contigo- acababa de tom
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