Una boda por venganza

ublada, como un presagio de la tormenta que se avecinaba. Isabella y su madre, Maruja, no lograron descansar durante la noche, atrapadas en un torbellino de pensamientos oscuros sin saber qué hacer. "Estamos a punto de perderlo to

minaba de un lado a otro en la sala

emos a nadie a quien acudir -murmu

?" se preguntó, sintiendo qu

rte." En ese momento, sonó el celular de Isabella. Era Roberto, el hombre al que amaba desde la infancia, quien se había enterado a través de la prensa sobre la detención de su padre. Isabella s

nsó Isabella, pero la necesidad d

de lo que le pasó a tu padr

ialdad, sintiendo la mirada inquisitiva de Maruja s

stá ahí contigo? -preguntó Rober

r la vista de su madre. "No quiero que s

lugar. Quiero estar cerc

ella antes de colgar, sintiendo un alivio momentán

que te llamó ese bueno para nada de

lla, sintiendo que la rabia come

pieces. No es el momento

quí sola en medio de toda esta an

n poco de aire y pensar

, Isabella, en vez de buscarle una solución al problema, t

u bolso y, sin decir una palabra, salió de la casa dando un fuerte porta

estoy hablando!

o. Este había sido socio de Eugenio en varios negocios y era un CEO influyente, dueño de casi la mitad de la ciudad, proveniente de una familia poderos

sintiendo un nudo en el estómago mientras marcaba el número. La conversación fue

que había ocultado a sus padres desde hacía días: estaba esperando un hijo de Roberto. "¿Qué haré si mi madre se entera? ¿Y si Eugenio no

en sus pensamientos. De repente, escuchó el timbre de la puerta. Miró el reloj: eran las 8 de la mañana. Se preguntó quién podría ser

pronto como pude. ¿Qué está pasando, en qué puedo servirte? -le preguntó,

estudiada, comenzó a

tación está hecha añicos y estamos en una posición muy vulnerable. -Su voz no traic

dro. Su figura, segura y decidida, era inconfundible. "¿Qué estará haciendo aquí? ¿Sabe algo que n

ja, pero con un ligero destello de interés al ver a la joven. "Debo m

pensó: "No puedo dejar que Alejandro se inte

ba con sus propios demonios y deseos ocultos, mientras el destino de