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Mi hermoso tesoro

Capítulo 7 RECUERDOS DOLOROSOS

Palabras:1318    |    Actualizado en: 02/10/2024

o de un recién nacido iluminó la habitación e hizo que todos suspiraran aliv

ente en su mujer y

ente al oído. Le cogió la mano y peinó el pelo de

boca de su mujer. Intentó incorporarse y volv

retó la mano y le sonrió. -Quiero ver

mpia a Antonio y sonrió. -Está perfectamente s

codo. Su pequeño cuerpo encajaba perfectamente en sus brazos y le sonri

eña Asley.

lla. Una sonrisa se dibujó en sus labios. Sus ojos se cerraron y se quedó do

mujer. Su sonrisa abandonó instantáneamente su rostro al verla, con los

n vacíos y sin vida mientras su c

ba mal, Asley se despertó a

có a su hija a su cuerpo y le

entía como si tuviera que proteger a Asley de todas

n se volvió hacia Antonio y le dirigió una mirada

Antonio. Sus oídos no escucharon los suaves grit

ada compasiva. -Entrega a Asley a una de las enfermeras y vete. No p

nte que recuerda es estar de pie fuera de la sala de urgencias, esperand

po desplomado contra la cama, sin movimiento en el pecho. Sabía que la había perd

illas contra el pecho y enterró la cabeza en él. Los dedos de la

razón, al saber que la única mujer a la q

onio tenía toda su vida planeada. Tendrían a Asley, se mudarían

había ido, todos sus

que

aprender sobre la marcha, pero s

a si sería capaz de hacer algo así. Ser padre serí

esita en su vida y una de

verdadera belleza, las relaciones y la importancia de la vida. Cosas q

re de Asley

caban a él. Levantó lentament

o se l

sabella pudiera salvarse, pero sus esperanzas pronto disminuyeron cua

ro se ha ido-, su voz era suave. Era como si tuviera miedo de

Se dio la vuelta y empezó a alejarse. Sus pies lo arrastraro

a se dibujó en sus labios. Sus ojos le recordaban tanto a los de su madre

ntregó un expediente y se sentó en el sillón frente a él. Sonrió cálidamente cuando

n la cabeza y le d

Es muy reconfortante tenerla de nuevo conmigo-. Abrió las carpeta

s de él. Sus ojos miraron hacia

ue fue

chivos parecen extraños-. Murmuró. Sus ojos volvieron a hojear el expediente. -¿Quién es Dalto

elente juez. Si conseguimos que se convierta en nuestro abogado, la empresa estaría fuertem

un acuerdo con él-. Antonio cerró las carpetas y se las devolv

con la cabez

xpedientes, ignorando el pequeño chispazo que

soltó un

ecir gracias por haberme sido tan leal todo

abeza, un pequeño rubo

orta si voy más tarde? Quiero volver a ve

intió con

e puedes. Siempr

le sonrió y sal

e. Sus ojos se desviaron hacia la

ntes de que le permitiera irse a vi

cordar los muchos años que perdió con

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