Destino Cruzados
recién molido llenaba el aire, mezclándose con el suave murmullo de conversaciones que flotaban a mi alrededor. Había pasa
que realmente absorbiera nada de lo que estaba leyendo. Era uno de esos días en los qu
e mientras caminábamos por el parque que tanto habíamos frecuentado. Yo estaba nerviosa, el corazón latiéndome con fuer
estudiar en el extranjero. Es una gran oport
sonreír y decirle lo feliz que estaba por él. Lo abracé, apretando con fuerza, i
stras vidas. Pero, poco a poco, las cartas se hicieron menos frecuentes, los mensajes más distantes. Sabía que él estaba con
pero mis sacrificios fueron en vano, mi madre había fallecido y mi padre no sabía ni quien era, mama nunca lo confeso. Ahora yo era una simple joven de vein
motivo para estar ahí salvo mi propia necesidad de estar en un lugar que me conectar
levaba una camisa blanca, el cabello un poco más largo, con esa misma sonrisa que siempre l
Pero luego sonrió, una sonrisa más suave,
z profunda y cálid
por un momento, ambos guardamos silencio, como si estuviéramo
ré decir finalmente, aunque mi voz
todo. Es extraño volver
en su presencia que me calmaba, incluso cuando mis pensamientos eran un to
r lo banal de la pregunta. Pero necesitaba saberlo, saber cuán
pasar una temporada aqu
é co
o, pero sus oj
cesito redescubrir qué si
a hablando solo de la ciudad, sino de algo mas. Sentí
onar casual-Sigues siendo ese Alejandro q
a que se queda callada cuando
amenazó con desbordarse. Quise decirle que no, que ya no era esa Sofía, que había cambiado, que había aprendido a decir l
de los años, aún había partes de mí que no habían
delicado equilibrio que habíamos construido en esos minutos. Pero en lugar de eso, solo
edo explicar, a la final eres la única am
esponder, así
pregunté, buscando al
os ganamos unas cuantas miradas de varias persona, al parecer arriba existía un