Mentiras para el amor
s, nunca estaban satisfechos. No los envidiaba, solamente sentía tristeza por cómo mis padres desgastaban sus fuerzas en darme de comer, y mi mad
que soy su viva imagen de joven; tenemos el mismo tono de color en el cabello, pero lo diferente en nosotras es la longitud, ella lo tiene largo, por debajo de sus n
aban cuando venían a hacer donaciones al pueblo, dicen que mis letras son perfectas desde ese momento, y creo que concuerdo con ellos, mi letra es legible y muy bonita. Papá no quería ir, decía que era el terror vivir en la ciudad, porque siempre sucedían cosas malas, y estaríamos más tranquilos en el campo, pero mi mamá no era la única que quería se quería ir, también Gustavo, mi primo que en ese momento tenía 10 años, era como un hij
una buena relación, siempre se la vivían peleando, creo que eso causó traumas en Candy, más aún con un padre ausente que se la vivía viajando porque, era un encargado de turismo o algo por el estilo, no quería hablar mucho de él
yo pude terminarla y él la dejó por trabajar de albañil en una empresa de uno de los residentes del edificio, teníamos que tener dinero porque él se mandó una macana por
es un homb
el señor no le dijera nada a papá. Siempre fue su orgullo, a mí solamente me quería de portera en el edificio, o estar me
quiero que hagás eso, no quiero que arruinés tu belleza, fuiste concebida por Dios con una maje
ería su total y
de la casa, y dejó afuera
Héctor era alguien del pueblo, sus papás conocían a los míos, cuando tenía 15 años me pidió que sea su novia, pero él es mucho mayor que yo, nos pasamos por 13 años, estaba dispuesto a dármelo todo, y es que me interesaba
resultados de
su laptop, la pantalla de mi celular está muy
e pusieron así por no usar nunca guantes cua
en mi pequeño y deterio
iasmada, también estaba nerviosa
sabés que
s fácil tenerlas de este tono porque al ensuciarse no se notaban mucho, no es que yo no las lave, per