El precio del deseo
nunca, quiero abrazar mi libertad, dejar de pensar en lo que los demás esperan de mí y empezar a hacer lo que realmente me plazca. Con mi amiga Vera, celebramos mi nueva soltería en un b
ientras pide otra ronda de tragos-. Hoy celebramos que dejast
e siento libre, libre de verdad. No es una libertad que depende de la compañía de otros, ni siquiera de la
y nuestras copas chocan
arena en mis pies desde nuestra caminata por la playa al atardecer, y me doy cuenta de que no quiero dejar de
ero me siento viva, feliz -digo, con u
era, disfrutando
do tú misma. Y hablando de dejar atrás, hay muchos hombres int
oche, pero... -miro alrededor, como tanteando e
a una ceja,
e tú lo quieres, no porque él te hiz
Y, sí, podría hablar con alguien, ¿por qué no? Co
comenta Vera, tratando d
pre significan vejez, a veces signi
lta una
oras... Pero sí
perdiciar ni una sola oport
orprendido, pero rápidamente sonríe. Nos presentamos y, en poco tiempo, estamos conversando animadamente. Hay un
. Me siento atraída por su misterio, por su forma de mirarme directamente a los oj
directa? -pregunta con
e quiero -respondo, m
esta noche, Hanna? -susur
oy tomando las riendas de mi vida -le dig
y algo en su voz, algo genuino que me ha
e busque una venganza, ni porque quiera llenar un vacío, sino porque he decidido que quiero vivir
estino? -pregunto, c
do mi mano con delicadeza-. Y creo que a
ido vivir en el presente, sin miedo al mañana. Esta es m
que no estás solo, ¿verdad? -le digo con una sonrisa traviesa, jugando
bras antes de responderme. Finalmente, me mira fijamente, co
o de mi esposa. -Sus palabras son directas, pero el tono de su v
on una mezcla de inc
jer. O eres un caballero... o un idiota que se cree con suerte. -Me muerdo e
ajado pero serio
rtirse en mi esposa. Sin embargo, en este momento, hay algo que me llena de dudas. Mi corazón grita descontrolado por tenerte a mi lado toda
lo suficiente para que mi aliento roce su piel,
ndo, con los ojos
que atravesó mi pecho y está creciendo a cada segundo... Y solo cesará un instante cuand
os, dejándome un beso tímido, pero lleno de promes
ras. Lo miro, sintiendo una mezcla de emociones contradictorias, pero luego decido seguir mis impulsos y me acerco de n
ntensidad que hace que mi coraz
nfiesa, con una sinceridad que parece tan re
aún sonriente, pero
llevarse a una mujer a la cama -le digo con una sonrisa
mente, y su risa
más, rozando sus labios con los míos
levarme a la cama -le reto, dive
o deseas -me responde, mirándome con una mezc
na ceja,
to, disfrutando del poder q
na mirada que refl
charé incansablemente pa
onestidad. Me doy cuenta de que hay algo más e
ontigo ahora? -pregunto, con una chisp
tuviera considerando cad
caminos suelen tener desvíos sin retorno -dice,
esta noche -digo, acercándome un poco má
pregunta, mirándo
ndo la voz e
le -le respondo antes de besarlo de nuevo, más intensamente, de
s, miro de reojo hacia donde debería estar Vera, y al ver el lugar vacío, entiendo q
eclaro, sintiendo una mezcl
entendiera exactamente
-responde, y hay algo en su
pregunto, ri
una sonrisa que me hace sentir
por la playa. El murmullo del mar nos acoge con su suave arrullo, y