La leyenda de Orión

n Lía la amante del pescador, pero al leer, me di cuenta que al llegar donde ella, el pescador comenzó a sentirse mal, tanto que no fue capaz siquiera de llegar donde estaba Lía

como el principio solo que no aparecía Lía por ninguna parte, esto si estaba raro,

¿Por qué no te has dormid

parece Lía en

molestarme. -me ordenó y colgó la llamada. Increíble, nunc

n un par de minutos para eso, por lo que decidí irme a dormir, mañana tendría q

.

stante extraño, tenía la intención de preguntarle a la maestra, pero ella también parecía sorprendida por la falta de Queensland ya que era bastante raro que faltara a clases, ya me estaba comenzando a preocupar cuando sonó mi teléfono celular

? -intentó de

era el maestro de Ciencia y la siguiente clase era con él. No podía falta

ra te va a matar -me advirtió Min

na lo

estaba pr

gelada al llegar justo a la salida, después de salir ya no habría vuelta atrás, miré una vez más el mansaje para luego re

l la buscó durante mucho tiempo antes de encontrar a Tanía, la segunda mujer en su vida, para el siempre sería la primera Lía, quien estaba dispuesto a morir por ella. Su vida dejó de interesarme cuando se casó con Tan

é el libro a un lado de mi cama, había perdido el tiempo leyendo. Queensland seguía ignora

.

uando es el quien hace bromas pesadas y tontas, se supone que es el payaso de la clase, pero solo cuando anda de buen humor, y justo cuando mis pensamientos me estaban decir

por lo que dejé de preocuparme, en ese momento sentí como me detuvieron por la mo

é? Dije que te matar

va para correr de tras de t

me perjudiques. Si no fuera por eso ni siquiera te voltearía a ver. Metete eso en tu cabec

ras con las cuales defenderme contra su insulto.

.

, fingí no darme cuenta de cómo me mir

l mismo tiempo a Agra -llevas todo el rato

importa lo que

, ¿entonces q

or qué no vamos a comer algo?

probó Mina; pero yo honestam

pondrá peor sino termino mi parte. Nos vemos luego -confesé tomando mi

me oc

á que estaba enamorada de él? O era porque pensé que estábamos más cerca, puede

dijera nunca dejaría de come

l fondo quería encontrarme con Queensland, aunque puede que solo quería un tiempo a solas. Ni

antes que pudiera verlo, acercó una silla y tomó asiento -¿Acabas de llegar o

uy hipócrita

-dije tomando mis cos

ción, era como si tuviera dos personalidades muy diferentes, primero era frío y un completo idiota y luego un chico tota

ada y con pocas ganas de comer, no sé si era por la presión que estaba poniendo para lograr pasar las materias o por quedarme despierta hasta tarde como lo decía mi madre, de

dejaba de

portante para n

que yo fuera a la

e le pusieran falta a

tante para él

manera no se hubi