Embarazada de un CEO multimillonario

Becker

mi padre e

Suele ponerse agresivo, pero nunca logró golpearme cuando estaba bajo los efectos. Lo

a y no puedo simplemente huir a su casa. Pero temprano me llamó para dormir en su casa y, como no que

e mi padre y estoy muy agradecida por ello. Tengo veinte años y trabajo como camarera. Hace tie

.

Joana, abriendo la p

dije, devolvi

asa, mi

o nuevamente -dije, e

jo, acariciándome el cabel

ho queso, como te gusta -dijo, aplaud

lo que significa que tiene una vida cómoda. A diferencia de mí, que no tengo nad

n tus padres

e ropa para su tienda y mi padre la acompañó -dijo

mo van l

emocionada y a mi padre l

de ver, se respetan mucho y son súper compañer

Joana fue a atender. Así pasamos la t

.

noche y estábamos tiradas e

irnos un poco -dijo ell

? Un conocido mío es dueño de una

ropa par

animada-. Anda, v

cuarto donde nos vestimos muy b

Al menos hoy, quiero olvidar todos mis problemas y concent

Fitzy n

hasta encontrar a Logan y otros tres amigos suyos. Felicitamos al cu

-dijo Cristian animado

una excepción -dije y

os temas y mirábamos a las mujeres que ba

jeres mientras seguíamos bebiendo. Cristian ya estaba

ras des

asiado ocupados comiéndose con los ojos a las mujeres que bailaban casi sin ropa. Todos ya estaban

perara un poco mientras servía a otras personas que ya lleva

nde me encontré con una joven hermosa. Era morena, de ojos azules

l, su linda boquita rosada formó un

problema

mpañaba, la misma chica se fue y la hermosa morena m

que llegast

os minut

la chica? -Asintió y le preguntó a ella qué quería. Dijo que qu

jaban cuando decía algo con doble sentido. Pero en cierto momento sentí el maravilloso arom

hasta su oreja, donde la mordí. Oí su r

ca sabía a fresa, su olor era increíble. La acerqué más a mí y apreté su cintu

ano y ella me sigu

orrían su cuerpo, la deseaba tanto y sabía que ella me deseaba con la misma intensidad. La giré de espaldas hacia mí y bajé el cierre de su pequeño vesti

la tira de su braga y la rasgué, haciendo

izo, empinando ese delicioso trasero hacia mí. Me quité la rop

sentir el hombre más feliz del mundo solo por tener ese sonido para mí. Hacía c

ar en el paraíso, pero destinado

que había ingerido alcohol y que estaba bajo sus efectos. Pero esa noche tuve el mejor