EL ESCRITOR & SU OBSESIÓN
de su infancia, pero la mujer que está frente a él solo tiene en común el nombre y el color
mase una reunión -ella levanta su ceja, fingiendo sorpresa, pero
azón acelera los latidos. La enamoró de ese hombre su nobleza, su sencillez y sus letras; si ellas
ira, dejándose caer en la silla y se recrimina por su maldita manía
s trata de recobrar el aire, ese lugar le trae tantos recuerdos, lo
-Montserrat, pregunta, sabe que
cia en medio de un suspiro-. Por favor, tome asiento y cuénteme su
físicamente; segunda, seré la vicepresidenta... Entenderá que debo proteger mi inversión. La tercera es que usted sea el encargado de escoger las obras literarias
l? - Ella conoce las finanzas y quiere pon
se la dieron. Véalo cómo la forma de devolverles el favor -lo dice, mirándolo directamente a los ojos si
er yo el que esc
s magistral - lo menciona con una sonrisa en los labios. Realmente allí se enamoró de él, ya
tras su rostro se tiñe de color carmesí-. ¿Sabe que escoger a l
-Patricio no tiene mucho que reflexionar, es eso o vender el castillo. Desde la muerte de sus pa
la asiente y se lo pasa. Lo revisa minuciosamente,
mar, siente que acaba de hacer un pacto con el diabl
o registre y nos traiga las c
os cerrados. Recuerda que su asistente es abogada en derecho financiero, por lo tanto, sugiere
sistente -Montse levanta una cej
eniente-. Salen de la oficina y
vendrá para llevar este documento a autenticar, qu
reería!». Montserrat, sabe que ella no se prestará para cambiar el cuerpo del documento y deja
mos a trabajar desde
conserva la esencia de su madre, puesto que es utilizado en ocasiones por
cual es elegante, pero
evar a cab
, por lo tanto, creo que
n que la primera escritora a la que deberá visitar está en
e Carrasco, en Uruguay, está descendiendo de un vuelo c
a -vocifera Carlo, su padre, con el que realizó un trato para así poder rescatar la