EL ESCRITOR & SU OBSESIÓN
e que no son nada convencionales... Aunque por el camino por donde iba Patricio pro
ión al hotel. Lo primero que necesita hacer es tomar un b
ro y es abordado por un hombre que se ubica a su lado. El condu
unta Patricio, con
, mostrando una sonrisa socarrona, mientras le apunta con un arma intimidándolo. Aunque no la necesita con su sola presencia, es suficiente, ya que es enorme, parece fi
, tómenlas y déjenme ir -ofrece Patricio
ndo. Tiene acento francés, viste de forma casual y elegante, usa camisa de seda blanca, pantalón negro del mismo mate
ientras Patricio teme por su vida y siente un escalofrío recorrer todo su cuerpo, por lo tanto, prefiere mantenerse callado. -Estoy de acuerdo contigo, que tal si l
eo. Él no logra entender lo que traen entre manos esos maleantes y a qué juegan, les
olo-. ¿Sabes lo equivocado que siempre he estado? Pensé que los alemanes eran hombres fuertes, pero, mira, este parece u
n. Patricio comienza a gatear de espaldas
ndole un golpe en el abdomen, haciendo que se retuerza del dolor. -Espero no tener que repetir. Patricio, ante el temor
ndole un golpe en la cara, con el cual le rompe la nariz y vuelve a caer al suelo. El alemán se coloca e
es tus impulsos, ¡mira! Ahora que tal se desangre la
le! (¡Ay! ¡Son unos miserables y malditos d
lo. Agradece que estoy de buenas y te dejaremos ir... Patricio lo observa sin saber si c
ando, no quiero más traumados -dice el Pequeño Juan señalando la entrepierna de su rehé
ente y corre mientras va escuchando los números que dice el Francés. Alcanza, ha divisar una patru
ante sus manos -v
dice Patricio, sintiendo que ha sido s
tras lo introduce a la patrulla. -Gus muévete que necesitamos llevar a esta basura extranjera a que le den una ducha... P
a silla de atrás mientras él se sienta de copiloto, colocan música y lo i
un uniforme de preso junto a unas zapatillas sin cordones. Sin embargo, vuelve a suceder; lo mism
or a dos metros cuadrados, con retrete incorporado y una
dad fuera la raíz para tanta discriminación, aunque realmente no sabe
que hoy es tu primer