Las Coldwell (Entrenando amantes, cazando infieles)
ra que estaba hurgando entre sus cosas, claro que quería saber qué era lo que tenía que ver con
olocado su pijama de felpa, la tela tenía ositos cafés por todos lados,
aún la
na, ¿Pasa algo? -Darius preguntó porque debido a la hora,
e un humor de l
tiene que
que pretendes al lograr que los Harrigan rompan el acuerdo q
noticias co
lga de ahí, para hacer lo que sea que
odio, lo siento, no puedo evitarlo, será el primer imbécil en poner sus manos so
drías esperar
esperaba convencerlo, no quería decirle que ella era la qu
tá a discusi
a, arañita era el apodo con el qu
frente del corporativo, te dejó, estoy supe
añana, d
ela, tenía que hacerse a la idea de que Dariu
lo que pa
rius le ha arruinado un gran negocio al lograr que los Harrigan rompan todo lazo con su compañía, cometí el error
go una vieja agenda, ahí tengo el contacto de ant
ela, sabía qu
án asociadas con nuestro corporativo, solo tienes que decirle
l escritorio que tenía en su habitación, de uno de lo
la efusivamente, para desp
nía puesta toda su esperanza en que ella la supliría llegado el día, aunque sabía que la chica
n su habitación se pus
departamento al otro lado de la enorme ciudad, era el que había arren
o rojo brillante de cuello alto, ajustado al cuerpo, y con una apertu
rasgos distintivos de las chicas Coldwell, estaban cubiertos por una peluca
había dicho que era una ocasión especial, había preparado una deliciosa cena, él pensó que por
has llegado, pensé qu
e, te ves tan hermosa como siempre, sencillamente deslumbrante. -Tomó la ma
-Dijo con una sonrisa melosa, mientras pasaba sensualmente su lengua
o hacía su entrepierna, mientras se acomodaba
sonrisa de la chica lo tenía hipnotizado como siempre, al terminar de
de su pantalón sacó una pequeña cajita de terciop
te él, Sara -te conocí hace poco tiempo, pero para mí es suficiente como para saber que ya no
queña cajita, en su interior, Sara pudo ver un anil
ra decidió ya no esperar más, no lo to
era lo que estaba sucediendo, tal vez la botella de vin
ricias? No, no lo creo, en tu mente egocéntrica, t
te pasa, pero no permitiré q
la manera a ella, en ese momento dos enormes hombres
no sé cómo pudiste creer qu
dad te amo, he terminado mi matrimonio con
, te atreviste a abusar de la hija adoptiva de tu anterior esposa, pagarás por todo eso,
entre ellas grabaciones telefónicas y videos que mostraban có
ya lo estás esperando para
broma, sí te atreves a entregarme, har
de amigos querrá tener más un vínculo contigo, creíste que habías apagado la voz de todas esas chicas, ho
ro los dos hombres lo detuvieron s
rofeo, gracias a ti querido Michael, y el
on para limpiar el departamento, y así asegurarse que no quedara alguna huella de Sara en él, lo ha
u habitación para arreglarse, no tenía mucho tiempo para conquistar a Dante, quería hacerlo rápido
ga tres cuartos, con un discreto escote al frente, aun así resaltaba sus bien proporcionados atributos, el largo
maquilló discretamente, resaltando con gloss sus carnosos y
, estás sonrieron, no tenían duda de que D
treabierta, lo que le indicaba que ya se encontraba en ella, se dirigió hacia la sala
ante al escuchar que
a él, él tenía su mirada fija en la pantalla, al
notar lo hermosa que era, ni lo perfecto de su cuerpo,
acer notar que la hermosa vista que tenía al frente
r un café, es muy tempr
o, ¿Entendido? -Vane sintió el impulso de arroja
eñor, no volv
guien que te pueda venir a dejar ropa, te
ro mi ropa no es indecente, como
lo que yo digo, uste
ñor, en
e era odioso, en la oficina, Dante tomó la taza del caf
r las reacciones de mi cuerpo cuando la tengo cerca. -Si