Aquilada para Amar a uno Millonario
ndo D
mujer se retrasa un minuto más, me voy. Ni siquiera quería estar aquí para e
ventana y comienzo a observar los coches que pasan apr
nta segun
la recepcionista. Si ella está aq
ie
ta segundos para que pudiera estar libre y usar la e
hica que me llama. De abajo arriba, observo a
su figura algo esbelta. La tela abraza cada centímetro de su silueta, destacando con el escote su busto prominente que añade una sensualidad notable. Subo
a atónito. No puede ser ella. El shock recorre mi cuerpo, desencadenando una ola d
-Pregunto, sin ocultar mi d
umor -dice ella provoca
ahora estoy seguro de que es
oco
podera de mí, como si algo dentro de mí se negara a dejarla ir tan fácilmente. Sin pensarlo dos veces, me levanto abruptamente del lugar donde estoy sentado y extiendo mi mano envolv
brillando en su mirada. En ese instante, me doy cuenta de la gravedad de lo que acabo de hacer. Sujeta
o, solo para confirmar mi certeza. E
etruca con el mentón levantado, ¿por qué e
go? -Pregunto, realmente curioso
ás querría una cita a cieg
ne que ser así? ¿Y por qué me importa? Dudo que tenga más de dieciocho
entender exactamente por qué decir eso tiene un sabor tan amargo en mi boca, pero
rmiguear en
boca antes de hablar conmigo -proclama ella con voz f
l enfrentarla cierro mis manos en puños en
decir, pero, una vez más, ella se
e, como en una escena de película, las cosas suceden en cámara lenta ante mi
nstinto, deslizo mis rodillas en el suelo y la sostengo en mis brazos antes de que su cabe
as voces de otros clientes en el resta
que apenas parece que estoy cargando el cuerpo de una mujer adulta.
un cartel que dice: "área restringida, solo para empleados".
cuero negro, Laura sigue con los ojos cerrados. Fijo mi mirada en
te, si pasan treinta minutos y no despi
do, la mujer sale
e? El día que nos conocimos,
i mano, toco su cabello y siento la suavidad de los rizos negros, trazo una ruta con la punta de mis dedos hasta su mejilla y la siento fría, de repente, como si s