Niñera rescatada por el magnate protector
LG
do, Bélgica
e hacer un recorrido por un edificio que podría ser el lugar perfecto para mi guardería. Mi guarde
sta para independizarme. Algunos dirán que era demasiado joven, pero estaba preparada y deseosa de dar ese gran paso. Tenía un plan de negocio, co
rooklyn. Edificio era una forma generosa de describirlo: la mayoría de las ventanas estaban tapiadas y algunos de los l
o y empecé a hacer fotos del edificio. Necesitaba obtener una imagen clara de todo el
a ser
ipio, pensé que podría ser mi agente inmobiliario, pero el coche era demasiado bonit
ionado salió del coche. Su pelo rubio estaba bien peinado
s? Es gu
e una niña bajara del asiento trasero. Era su doble, cla
uro que un hombre que conducía un coche así no tenía nada que hacer en una calle casi vacía de una zona no
toma. Sin embargo, justo antes de que pudiera
Hol
muy revoltosos, pero me adoraban. Alicia , por otro lado, era un dolor en mi
, pero ya te he dicho que no estoy
nte. ̶ No puedes
cinco semanas. Est
to es una
rgencia". Cualquiera diría que no había elegido tenerlos y que hab
ado. ̶ ¿Sabes qué, Bélgica ? C
¿Q
ble cuando te necesito. ¿Qué sentido tiene una
ron a casa horas más tarde de lo que habían dicho. Los fines de semana que me quedé con los niños. Las veces que había corrido por toda la c
os a otra persona
o co
casi un año con aquella familia. Pensaba quedarme con ellos al menos un año más para conseguir todo
e dirige hacia mí a una velocidad endiablada para una calle residencial. Sin em
uida
caer al suelo, pero los fuertes brazos de mi protector me mantuvieron a salvo. Podía oler su colonia, un aroma almizcla
stás
alir del coche de lujo con la niña. Sus ojos marrones examinaron mi rostro con inte
tás h
Um
y me pasó una mano por la cabeza, comprobando si me había herido. Luché contra el impulso
stado de shock. Casi atropellada, salvada por un hombre in
de naci
rés de se
s qué a
senté, alejándome de él. ̶ Estoy
ie y me ayudó a levant
r menuda y femenina. ̶ Totalmente. Lo prometo . Sonreí tímidamente.
ustándose un botón de
a él y lo abrazó. ̶
, esto
? , me pregun
s. Qué niña tan dulce. ̶ Es
scondió detrá
el pelo de su hija. ̶ Eso nos
te delantera del abrigo. ̶ Dímelo a
ados un momento. Era una s
ias. Lo siento, soy un idiota.
n crimen que un hombre tuviera unos labios tan exuberantes. No pude evitar im
fue
para despejarla de mis sucias