La fuerza del destino
ete de la mañana, hoy cumplo dieciocho años. Estoy emocionada, tengo muchos proyectos y s
os mayor que yo, no obstante, no os creáis que porque sea mayor es más responsable, al contrario. Físi
to que tengo unos ojos muy bonitos son verdes-azulados con un
as cuales eran horribles, aunque eso cambió a mis diecisiete cuando consegu
tención, puesto que tengo demasiado pecho. Y aunque me costó mucho tiempo, decidí
reciben con besos, abrazos y muchos buenos deseos. No soy una persona popular, al contrario, soy bastante tímida y mira que hablo mucho,
para seguir con mis planes de futuro. Yo quiero hacer una FP de administración de e
i abuela paterna. Ambas me reciben con una ración de besos, abrazos, mucho cariño y
de y junto con mi padre Antonio me dan un regalo de cumpleaños, es u
egan como una segunda piel, junto con un top en color negro con brillantes. Para finalizar unos pend
nta, ya es sábado. Son las nueve de la mañana y tanto mi padre como mi hermano están trabaj
ndo a mi madre en lo que me pide y cuando termino voy a prepararme ¡Hoy es mi día y quiero
larito, con un dibujo muy mono en el medio y en la parte de abajo es un pantalón negro de licra, que estiliza aún más mi figura. Añado una torera de punto blanca,
onde le sale de las narices. Mi tío junto con mi primo se van a ver la televisión. Mi tía va a la cocina a
mis estudios cuando escucho reírse mi
gullosa -ríe-, míral
quiero problemas -le
que su padre le dice
e está diciendo? -contin
e te calles! -Se impone
amos bien, y todo porque él se cree mejor que nosotros, ya que siempre lo hace todo perfecto. Él es el pr
mi hermano y descubre que está en su habit
ita mi hermano al entrar en su habit
uedo venir aquí? -re
hermano al tiempo que llegamos
solo es para lo que te interesa -exclama tajantemente mi
Sí es la verdad! -insiste
ue te dé una hostia -zanja
una hostia? -continúa y en ese momento ll
abre la puerta mi primo. Hace una señal a mi tía y ella va rápidamente dejando el cigarrillo casi a la mitad. Dos minutos más tarde v
padre dándose una ducha voy a c
! -exclama irónicamente mi
tal el trabajo. Él tiene veintitrés años y hace dos años empezó a trabajar en una empr
o contrario a mi primo que para muchos era casi un superdotado. Según sus profesores o eso era lo que decían
cambiarme de instituto. El año pasado durante todo el verano estuve est
e pasaba a cuarto de la secundaria sin ninguna asignatura pendiente. Graci
esional que es donde quiero terminar mis estudios. Ya
ros el uno con el otro, nos escuchamos y nos apoyamos. Después de esa charla histórica, que es como la califico mi hermano, sellamos el pacto con
odas. Mis padres se pusieron muy contentos y mi hermano declaró que gracias a ellas iba a ir con él de fiesta por la noche. Obviament
junio y hacía calor. Estuvimos en unos pubs de la zona de Huertas a la que mi hermano solía salir. Ahí
gró en nuestro grupo, les invitamos a ambos a continuar la fiesta al otro loca
uvimos ahí bailé con todo
i hermano estaba a su bola, cuando Víctor se me acercaba, mi hermano aparecía y lo espant
tenía que presentar para hacer la FP de Técnico de Gestión Administrativa. Era una profesión muy ver
fui a entregarlos al centro donde quería hacerlo. Aun así había
de Madrid, pero ese día mi padre estaba librando, por lo que espere hasta que llegara para
e puso manos a la obra. Aquel día teníamos para com
puestos en la olla a presió
olicitud, junto con todos l
trabajo estable y para toda la vida como lo t
la idea de quedarme estudiando cuando no sabemos cuánd
da tiempo para que te lo pr
ahí, ya te lo he dicho muchas veces! -ex
lo entiendo, otra en su lugar estaría muy
es, que a ti te guste, no sign
veo, ¡sois los
qué y fui hacia la puerta -. Para
e te dé la gana -escuché a
a si no sé sacaba el tema del trabajo, pero por regla general, mi
os chicos tranquilo
o se aca
sde que terminó el instituto. Tras pedir las bebidas nos sentamos en una mesa y
s alturas no creo
io? -preguntó m
espondió con una pregunta Lorena mient
e explique -in
uro que cada fin de semana conoce a una chica nueva. Además, no decís
que llamará -aseguró Verónica -. El
as y me veis con ojos diferentes
ron Lorena y Verónica en voz alta. Fátima
en el lugar nos miraron por y yo
ya, que tengo qu
parar la chef? -
con carne picada, nada en es
ra vez lentejas y mira que con este calor no me a
as! -exclamó Lorena, que de todas era l
os una mirada de reproche de la cam
. Una vez la tuve preparada, puse el agua para cocer los macarrones. Cuando terminé de prepararlos y recogí l
ecibí una llam