Amor a fuerza de resentimiento
ojos a Juan de Dios,
e. Tú no tienes una
a única culpable de que Rol
aquella oportunidad. Pero en esta ocasión no puedo decir qu
o reconocieras. Pero hay más cosas en que tú lo pudiste reconocer -fue al
o inte
cir que fue Rolo. De
ece que todavÃa hay algo entre ustedes.
ay nada, Juan de Dios -insis
estás ocultando alguna cosa -en tono duro-.
osible que hayas venido a fastidiarme. Estoy cansada, Juan de Dios. Me duele todo el cuerpo por la golpiza que me dio ese bruto -a suplica-. ¡Por f
s. En los turbios ojos de éste habÃa una mirad
as a humillar. Acaba de irte, no
te hice -con tono exigente-.
mente de algo mole
acento agresivo-. ¡Sal, sal de aqu
amorosas. Por eso no quisiste acusarlo. Después de tod
tres pasos para
vez -con voz tajante-. ¡Fuera, fuera de mi ca
tu parte. Me traicionaste c
o con arrep
an estado jugando conmigo. Esta vez no me voy a q
me en problemas para que no recibas u
tró Rolo Arzola y cerró la puerta. Al verlo Elsa, siente que su cuerpo se le acalambra, se acerca
igo, Elsa. Pero p
ca te voy a perdonar lo que m
la la int
ctuar hacia ti. Quiero que sepas una cosa.
e humillaste. Si no fueras tan cobarde no estarÃas aquà en
os a entender. Tú no d
entenderme en
irme que me cuidara de Juan
n eso. Arréglensela
tú no me vas a
Ãjate si es asà que tú h
ue tú has dicho que yo te violé.
fuiste tú. Y no
rave error, Elsa -le d
enazante. Entiéndelo me violaste,
vas a salir nada bien de tod
pase lo que pase. FÃjate bien, aunqu
cuerpo de Rolo Arzola. En su mente quedaba aún latente la noche que
oy a enseñar que de mà nad
o tú lo va
valore entre tú y yo. De lo contra
a hacer? -airada-
a leve sonrisa en las c
ás bochornosas. Te voy a p
stro se prendÃa en un
, y saliste detrás de mà -exigente-.
tú estás haciendo conmig
nes vergüe
ón. Elsa Núñez no d
o-. ¿Qué tú pretendes con t
de comportarte a
ces, si no quieres que me
ue soy una vieja -amenazante-. Si me sigues m
rte que a mà hay
pie. Su rostro b
n paso. ¡No te voy a permit
erza el cuello. Las energÃas de Elsa fueron disminuyendo. Ella lo miró vagamente, con sus ojos desesperadamen
No quiero ir de nuevo para la cá
ta.-desanimada- ¡L
a próxima vez las cosa
iró profu
cada, pero se parece tanto al hombre que me violó... -en suplica- ¡Ay