Un bebé para el Señor Black
y Adeline se abrazaron,
podría ser madre, pod
odría salvar a su abuel
menes necesarios que Adeline debía realizarse, además la indicación de que la viera la ginecóloga. Se dedicaron a hacer los exámenes de sangre, la revisión ginecoló
de la hospitalización, y todo, aseguraron que al ser un monto tan alto debían esper
ne no dejaban de producir lágrimas mientras abrazaba
n números telefónicos y direcciones- ahora debo hablar con Jeremy y co
en todo. Ahora debo ir a ver a mi abuela y luego iré a casa
r los exámenes, si mi conversación con Jeremy va bien, podrían conocerse
do me digas, e
llena el aire. Su corazón se aprieta al ver a su abuela Mery conectada
ntarse un poco en la cama.-Adeline se acerca, le da un b
a. Te he ext
ery, sus ojos brillan con amor y orgullo-. Estoy tan orgullosa de ti, Adel
tu la que ha sido muy fuerte. No voy a dej
su mirada se v
de dejar ir. He vivido una vida plena y hermosa, gracias
Vas a operarte muy pronto, y todo va a estar bien. Te prome
a operación, Adeline? No quiero que
ando de restarle importancia-. No te preocupes por eso. Solo quiero v
e te sientas culpable. No quie
ery entre las suyas-. Y cuando te recuperes, te prometo que te contaré toda la v
tu felicidad. Siempre h
arlo juntas, como siempre lo hemos hecho
ine. Te quiero más de lo que
abuela. Siempre estaré
nde el amor entre ambas se siente palpable, un r
día largo y agotador, pero la visita a su abuela le había dado un poco de esperanza.
anda, con una expresión de
más tranquila -respondió Adeline, sintiénd
fer de Amanda, que las esperaba junto a un elegante automóvil negro. Adeline subió al asiento trasero, sinti
l hijo que compartirían, de lo agradecida que ambas estaban, lo que hizo que el viaje pareciera más corto. J
ba signos de que necesitaba algunas reparaciones, pero había un encanto en su sencillez. Adeline se sintió un poco nerv
e, haciendo una pausa en la puerta.- Amanda s
intió, comprendiendo la situación. Agradeció nuevamente
e haces por mi, Amanda
ceptar llevar a mi hijo. Significa más de lo que imaginas
la puerta, observando cómo el coche se perdía en la distancia, sintiendo una mezcla de agradecimiento y soledad. Sabía que los días ve