Un bebé para el Señor Black

n paso apresurado, buscando escapar de la realidad que la asfixiaba, la frustración la consumía, ¿Cómo podría salvar a su abuela?, caminó ap

para recoger los documentos que se habían esparcido por el suelo. Sus manos

en la mente de Adeline. Se arrodilló a su lado, ayudando a recoger los papeles. Era rubia, con unos

mosa, con una cabellera castaña larga y rizada que caía en cascada sobre sus hombros, y unos ojos grises que, a pesar

Adeline con preocupación. Adeline levant

en mi vida -respondió, su voz apenas un susurr

alabras. -¿Te gustaría ir a tomar un café? Sería un favor para mí. Estoy pasando por m

rprendió por

para procesar la oferta. -La verdad es que

hispa de esperanza hubiera e

fé, sin compromisos. Solo dos mujeres

sintiendo la soledad que la había acompañado d

ncantaría tomar

, Amanda no pudo evitar sentirse aliviada. Había algo en Adeline que la a

jo, mientras se ajustaba la

zando una sonrisa que aú

da pensó en cómo podría ofrecerle a Adeline

a solución, aunque no conocía a aquella joven se sentía en p

su mente, ¿cómo se toma

se encuentro significaba un cambio. Quizás, solo quizá

a del café recién hecho llenando el aire y suavizando un poco la tensión que se respiraba. A

da. Quiero que sepas que puedes confiar en m, aunque no me conozcas. Ojalá pudiera hacer al

ras, pensó que tal vez compartir su carga con una extraña no sería tan ma

que mi abuela materna. Pero desde hace año y medio, ella ha estado enferma. Necesita una operación a corazón abierto, su corazón está fallando y deben corregirlo. Pero la operación es riesgosa y costosa,

cariño, nadie mer

a y los médicos se niegan a ayudarla. Mi abuela puede morir en cualquier momento y yo no sé qué hacer. Tengo un fideicomiso que me dejaron mis padr

que las lágrimas fluyeran libremente. Amanda, conmo

e no estás sola. Sé que soy una extraña, pero puedes confiar en mi. -Después de un mome

s difíciles en mi vida, y entiendo lo que es sentirse atrapada y sin salida. Quizás

y un destello de esperan

ue sí. Quier

comenzaron a compartir sus cargas, buscando consue